jueves, noviembre 09, 2006

INTERLUDIO QUEJUMBROSO


Ah, todo muy bonito, por acá en Glasgow. En gaélico, el nombre de Glasgow, que es Glaschu, significa "adorado sitio verde", según me dijeron, aunque wikipedia es menos poética y dice que es simplemente "hueco verde". Todavía no me encariño lo suficiente para decirle adorado sitio, pero definitivamente no es un hueco. Y, definitivamente, es muy verde. Me atrevería a decir que el área metropolitana tal vez tenga mayor área ocupada por prados, bosques y parques, que por edificaciones, y tal vez me equivoque, pero no por mucho. Y es de ese verde al que me referí en un post anterior, que parece ser característico de la Gran Bretaña. (aunque me dicen que también Irlanda es veeeeerde)

La Universidad, que aparece de fondo en esa horrible foto mía, tiene unas edificaciónes magníficas, con un lujo que en el tercer mundo está reservado para las catedrales, pero acá, en los tiempos de las vacas gordas, cuando saqueaban a medio mundo y comerciaban con drogas (guerra del opio), consideraron que la academia también era un símbolo de estatus. No es un lujo de mi gusto, como lo serían tal vez más los edificios tipo Bauhaus de la Universidad Nacional de Colombia (sede Bogotá), menos opulentos pero de un gusto mas refinado. El grupo donde trabajo es del top 10 en su campo (por ahí me dijeron que era el top 1), y tooodo el mundo por acá ha sido muy amable conmigo. Trabajo en algo que me encanta, y tengo todos los recursos para trabajar en eso. Casi no hay porqué quejarme.

Desde luego, hay un pero, y no es la escasez de plata. Es el hecho de que, maldita sea, todos mis mejores amigos quedaron en Colombia. Y mi familia. Y mi novia. Podía haberme hecho una idea de cuánto iba a extrañar la proximidad física de esta última, y probablemente lo hubiera subestimado. Y probablemente no me hubiera imaginado que también iba a ser terrible no tener a todos los demás a la mano. Aquí entra la escasez de plata también: no voy a poder ir a vistiarlos tanto como quisiera. No voy a poder ir, por ejemplo, a fin de año. Durante 34 años he pasado todas las navidades y todos los años nuevos en celebraciones familiares deliciosas (aunque en mi tardía adolescencia me llegaron a parecer un poco agobiantes, me estaban gustando otra vez), y ahora, la vez número 35, voy a estar sólo, bastante lejos, y es probable que con algo de frío.
En Glasgow no nieva todos los años, pero nieva...
(esta foto se llama Red Road, igual que la película)

Glasgow, además de ser una ciudad con edificios antiguos bonitos, es también una ciudad con edificios nuevos bastante extraños. Arriba, ven el Centro de la Ciencia

No contento con la cantidad de lugares comunes con los que he llenado mi blog, que incluyen listas de las 10 razones para, fotos mías en algún lado, rememoración de un aparato viejo, y reseña de una película, tacho ahora una que me faltaba: la letra de una canción. Es Country Mile, de Camera Obscura. Como gesto de pudor, voy a poner este pedacito del texto en letra más pequeña.

Silver Birch against a Swedish sky
The singer in the band made me want to cry
We’re all inside our own heads now
We are leaving new friends
We are leaving this town
I wish you could be here with me
I would show you off like a trophy
The road it winds, it twists, it turns, now my stomach burns

Once again I’ll be the foolish one
Thinking a blink of these lashes would make you come
Don’t you worry, don’t get in a state
I don’t believe in true love anyway
Who’s being pessimistic now
I could document this as our first and our last row
The more you look forlorn, the more to you I warm

I won’t be seeing you for a long while
I hope it’s not as long as a country mile
I feel lost
I feel lost
I feel lost...

lunes, noviembre 06, 2006

EL ENGAÑO AFORTUNADO DE UN THRILLER


En la última semana de octubre estrenaron en el Reino Unido una película que fue calificada como "la mejor película británica del año" por algunos críticos, y se ganó el premio de la crítica en Cannes. Como estoy acá y los lunes el cine es mas barato, pude ir a verla. Fue una suerte, porque la película valió la pena. Resultó, como digo en el título, un engaño afortunado.

La película tiene, para empezar, un excelente personaje protagónico. Se trata de Jackie, interpretada magistralmente por Kate Dickie, una actriz nueva en la escena británica, que entra pisando duro. Es una funcionaria que trabaja para la policía mirando cámaras de vigilancia en un gran centro de control en Glasgow. Observando a la gente de una zona pobre de la ciudad, desarrolla mucha simpatía por los habitantes, simpatía que la directora logra también obtener del espectador. Es un personaje lleno de compasión por los demás, al cual un evento traumático ha agregado también un cierto descontrol sobre su vida, que no parece lograr poner en orden, e incluso, resulta después, una capacidad de actuar con algo de crueldad fría. Un personaje entrañable, interpretado por una actriz atractiva, que le da además un matiz sexy en su comportamiento.

En cuanto a la forma, la película tiene el mérito tremendo de llamar la atención de una manera brillante sobre cómo las expectativas del espectador están determinadas por la música, la ambientación, la edición, y finalmente, uno se hace consciente de cómo la película lo manipuló, en el momento en que la trama se aclara, y las cosas no resultan lo que parecían. Me parece que ese tipo de experiencias son invaluables, porque le dan al espectador un tipo de conciencia sobre su forma de percibir, que es una gran ganancia. Tal vez este tipo de cine reflexivo sea en parte aporte de Lars von Trier, que tuvo una injerencia importante en esta película, pues fue el que le sugirió (o mas bien, le lanzó el reto) a la directora, Andrea Arnold, de echarse al agua con esto, y la apoyó a través de The Advance Party.

Hay incluso una tercera característica de la película que me descrestó. Parte de ese engaño didáctico al se somete al espectador, tiene que ver con la percepción de la sordidez. Uno siente que los prejuicios que tiene sobre la gente pobre se hacen evidentes, porque es por ahí que la trama lo engañó. Esto tiene mucho que ver con la construcción del otro protagonista, un personaje muy interesante, del cual no voy a comentar mucho, para no dañarle a mis lectores el gusto de verla.

De modo que eso, y la fotografía excelente, que además es en buena medida una reflexión estética sobre las imágenes de las cámaras de seguridad tan populares en el Reino Unido y en los vecindarios ricos del tercer mundo, hacen que valga la pena verla. Lo malo, es que es una película algo lenta. Sin embargo, si usted puede mantener su atención, se encontrará escenas muy bellas, como un zorro que es captado cruzando una avenida. Y no puedo, además, dejar sin mencionar una excelente escena de sexo, una escena muy cruda pero bien lograda, que hace confluír los elementos más oscuros de la película.

domingo, noviembre 05, 2006

LA TRAICIÓN DE LA PÓLVORA


Remember, remember, the 5th of November
The Gunpowder Treason and plot;
I know of no reason why Gunpowder Treason
Should ever be forgot.

Pólvora, pólvora, pólvora... Por estos días, he visto un debate bastante familiar en la televisión escocesa, sobre la necesidad de restringir el uso de la pólvora; que tantos niños quemados, que tantos accidentes, etc. Y la razón para ese debate, tiene que ver con que mientras escribo esto en mi oficina, la ciudad entera de Glasgow se estremece bajo el ruido de las detonaciones, y se maravilla (o por lo menos, se divierte) con el espectáculo de los juegos pirotécnicos.

La razón: ellos están celebrando una celebración bastante ambigua. En 1605, época de persecución a los católicos por parte de una monarquía protestante poco segura de su poder encabezada hasta 1603 por la reina Isabel I, que aunque mandó ejecutar a su posible sucesora María de Escocia en 1597, al morir le cedió la corona al hijo de la difunta, Jacobo (James) I de Inglaterra y VI de Escocia. A pesar de los antecedentes, Jacobo era cercano a los protestantes, (cosas de la política). Aunque Jacobo estaba ahí para defender los intereses de los protestantes, no persiguió a los católicos como su sucesora, y durante los primeros años de su gobierno éstos se hicieron fuertes, y comenzaron a conspirar contra el rey, al que no perdonaban su alineamiento con los protestantes que asesinaron a su madre. En 1604, después de varias conspiraciones católicas descubiertas contra él. decidió expulsar a los jesuítas y demás curas, y volver a poner en vigor las multas para católicos. Los católicos, por su parte, se sentían respaldados, por su puesto, por la corona española, pero este respaldo nunca llegó a ser militar, y decidieron actuar por su propia cuenta, mientras todavía no se desmantelaba su poder en inglaterra.

Allí fue donde apareció Guy Fawkes, un católico aventurero pero bastante convencido, que se le midió a intentar un magnicidio de bastante envergadura, volando todo el palacio de Westminster (el parlamento) con la familia real y las dos cámaras en pleno dentro. La pólvora húmeda y una labor de "inteligencia" exitosa frustraron el atentado, y Fawkes fue apresado. Su negativa a delatar a sus cómplices hizo que el rey firmara una autorización para torturarlo (parece que los ingleses de ese tiempo acudían menos alegremente a ese método que los gringos de hoy en día). Mientras tanto, las mayorías protestantes comenzaron a celebrar con fogatas en todo Londres y alrededores, mientras se desplegaba una operación policial que, a pesar de la poca colaboración de Fawkes, pondría a casi todos los responsables, curas incluídos, a pagar con una forma de ejecución bastante cruel, que combinaba la horca (pero no hasta morir) y el descuartizamiento.

Hoy en día la celebración ha perdido gran parte de la intención inicial, y es difícil saber si Guy Fawkes es considerado un villano o un héroe, independientemente de la afiliación religiosa de la gente. Los días anteriores los niños construyen muñecos que representan a Guy Fawkes, y cuando uno camina por la calle, es asaltado por grupitos de rapaces que le piden una moneda "for the Guy". De ahí viene la costumbre de llamar en inglés a los hombres "guy", como quien dice en español "tipo". Hoy, durante la noche, levantaran hogueras y quemarán pólvora, y aparentemente es más por nostalgia del espectacular evento que no sucedió, que por celebrar una victoria de un régimen que por alguna razón ya no es tan popular.

Hay, según dicen, un dicho popular que dice que Guy "fue el único que ha entrado al Parlamento con intenciones honorables". Y el que haya visto la película "V is for Vendetta", dirigida por James McTeigue y escrita por los hermanos Wachowsky (los de Matrix) se dará cuenta del carácter anarquistoide que tiene la celebración hoy en día.

Pero hoy me siento mas nostálgico que anarquista, y la ciudad alumbrada por la pólvora me recuerda más a Pasto en un año nuevo (con los niños, los "guys" y la pólvora) de lo que me inflama en ínfulas revolucionarias.

COMPREN, COMPREN