viernes, agosto 03, 2007

SE NOS TOSTÓ, EL NERD

Imagen: Alguien a quien probablemente le interesó mucho menos que a mi la novela de Ken Wilber. Tomado del espacio Flickr de Danestos

Érase una vez un nerd que estudiaba Inteligencia Artificial en el MIT. Probablemente, esta historia está situada en los primreros años del siglo XXI, pero la Inteligencia Artificial no había sido eclipsada por otras áreas, y en ella no brillaba Seth Lloyd como astro fundador.

El Nerd se llamaba Ken Wilber, pero no era el inspirador de la Sociedad Teusaquillense de Estudios Wilberianos, sino más bien otro ¿otro? jovenzuelo influenciado por aquello de la sicología transperosnal, y demás escuelas tostadas. En este punto del texto, el lector avezado e interesado ya se habrá encontrado con varios escollos sospechosos, pero hay una razón: en el fondo, todo es una burla.



Haciendo click en la imagen, puede usted encontrar un poco más de burla, aunque en inglés.

A riesgo de echarlo a perder, voy a traducir un párrafo en el que parece intentar justificar su novela:

"Por ejemplo, si tu nombre es Ken Wilber" -Brinqué en mi silla- "entonces escribiré una novela en la cual uno de sus protagonistas principales es Ken Wilber"... ¿Por qué ella [la conferencista] usó mi nombre?... "El narcicismo arrogante de tal jugada es innegable, pero es lo que se puede esperar"... ¿Por qué dijo ella eso? ... "A esto le llamamos la jugada de Phillip Roth" ... Entonces, ¿por qué no usar el maldito nombre de Phillip Roth como ejemplo? Es decir, ni siquiera conozco a esta Carlton [la conferencista]
"En parte, esta auto-reflexividad es una exploración importante de el mundo del relativismo pluralista*, donde cada sujeto puede convertirse en un objeto para sí mismo, de modo que, a este nivel, se construye una reflexividad casi ilimitada en el cosmos: el mundo es un salón de los espejos infinito, y muchos artistas posmodernos, viendo esta reflexividad, logran retratarla maravillosamente"
"Pero en las manos de la boomeritis, se impone una perspectiva preformal y narcisista como si fuera posformal; el arte de cualquier otro es sobre todo una exposición de mi propio ser, que insertaré en el arte para que todos me vean, y aprecien, y aplaudan. Las mismísimas estructuras de la cognición posformal, como hemos discutido, son un imán para el narcicismo emocional, y bastante de las dos últimas décadas de arte posmoderno se yerguen como un duro testamento de sólo ese hecho"
*Ver más adelante, qué es relativismo pluralista


La idea de la burla, es que BOOMERITIS es una novela posmoderna que fue escrita como burla al posmodernismo. Como una burla escrita desde una cierta perspectiva, que tal vez es mejor descrita como una perspectiva integral. Sin necesidad de advertencia de espoiler (información que echa a perder una película o libro, estilo "el asesino es el mayordomo") diré que según Wilber, hay un proceso natural de desarrollo de la conciencia, de una muy limitada a una no limitada en absoluto, así:

PRIMER ESCALÓN: etapas que se niegan entre sí, y cada cual cree ser la cúspide del desarrollo

1 - Supervivencia. Ejemplo: alguien en condiciones tan precarias que sólo piensa en comer, en no congelarse, en no dejarse matar.
2 - Egocéntrica. Satisfacción de los impulsos primarios inmediatamente posteriores a la supervivencia, como el sexual, o la dominación del medio, incluyendo los demás bichos. Ejemplo: el reguetón. Etapa ética preconvencional: sólo me pueden controlar por la fuerza.
3 - Etnocéntrica. Enfasis en la pertenencia a un grupo, y en distinguirse de otros grupos. Ejemplo: Barras bravas, fundamentalistas reiligiosos. Las reglas por las reglas. Etapa ética convencional: Las reglas son las reglas, y hay que obedecerlas.
4 - Mundocéntrica, o más bien humanocéntrica. Humanismo racionalista. La razón dicta las reglas: utilitarismo, liberalismo. El punto de vista racional es supremo. Creencia en el progreso como acumulación (de conocimiento, de riqueza)
5 - Relativista-Pluralista. Fin de las jerarquías. Adoración de la diversidad y la particularidad. Ambientalismo ingenuo, paganismo, anarquismo (ojo, que hay también otro anarquismo egocéntrico diferente de etapa 2, de "yo hago lo que me da la gana") Relativismo filosófico, posmodernismo, reacción contra el racionalismo.

SEGUNDO ESCALÓN - INTEGRAL
Se comprende la estructura total de las etapas 1 a 5 y se le da a cada cual su lugar en el desarrollo y funcionamiento del individuo y la sociedad. Se supera la idea de que una de las etapas es mejor que otra, simplemente se entienden las relaciones entre ellas. Se aprende a evitar que una trate de predominar sobre las otras, como es la tendencia en el primer escalón.

TERCER ESCALON - TOTAL, UNIVERSAL
Se experimenta de manera directa toda la realidad como un simple desenvolvimiento natural de las posibilidades a través de todas las anteriores etapas, y se llega a la conclusión del Señor Plátano: No importa, y si importa, tampoco importa.


La idea del libro, es que el mundo está atascado en las etapas del primer escalón: la primera etapa en áfrica, el Chocó (Colombia) y otros sitios con pobreza extrema, la segunda entre los pobres del tercer, segundo y primer mundo, y las altas esferas repartiéndose entre conservadores (etapa 3, etnocéntricos) liberales (etapa 4, mundocéntricos) mamertos políticamente correctos (etapa 5, pluralista). Atascados. Según Wilber, hay un trancón en la etapa 5, que, para el que no familiarizado con la dinámica política "indie" gringa, se debe al menos a dos tipos de corchos:

1-LOS BOOMERS, es decir, los viejos hippies mamertos. Gente entre los cuales la etapa 5 se atascó por exceso de egocentrismo remanente que no pudieron limpiar durante su evolución relámpago debida a las drogas y gurúes orientales oportunistas.
2-LOS SLACKERS, es decir los hijos de los boomers, sin norte en la vida, muertos de la malparidez cósmica y mamados de todos los discursos ideológicos. Para ellos no es el egocentrismo lo que los mantiene atascados, sino la falta de estructura; el mundo es una mescolanza ininteligible en la que están perdidos. Posmodernos confundidos.

De modo que el Instituto Integral se creó para disolver poco a poco el trancón. En el libro son un poco escépticos sobre si el trancón se pueda disolver antes de que alguien quiera cortar el nudo gordiano con una bomba nuclear o con una epidemia de diseño, pero les parece que vale la pena intentar. En todo caso, no llegan a hacer referencia a ninguna catástrofe global.

No digo más, entonces, sobre la teoría en la que se basa el libro. Diré, a manera de justificación (¿otra vez justificándose, carajo?), lo que me pareció a mi. MI, MI, MI.

A pesar de que llevo años lidiando, a media marcha, con la obra de Ken Wilber, me aclaró un par de cosas. Y cada vez me parece que Wilber tiene más que decir, aunque su estética y humor tan norteamericano me vayan tan a contrapelo. Y a pesar de que, en el fondo, lo que dice es tan simple que puede parecer trivial. Esto último es una crítica floja, porque eso pasa con cualquier cosa que uno termina entendiendo.

La mayor crítica que le puedo hacer, es su necesidad de apelar a estudios científicos que a veces son dudosos o de dudosa relevancia, aunque no haya necesidad. Cabe la posibilidad de que sea yo el que está equivocado en esto, pero por lo pronto, me sostengo en mi crítica.

Como de costumbre, he dado una opinión exponiendo algo así como el 1% del libro relevante para ese efecto. Hay un 74% relevante para otros efectos, y un 25% que es sólo para hacerlo divertido, que, debo reconocerlo, lo logra. Y agrego que del 75% académico, muy poco es aburrido, aún para alguien no muy interesado en esas cosas. De modo que, en resumen, BOOMERITIS es un buen prekínder de Wilber para el que se quiera comenzar a tostar como el joven nerd Ken.

COMPREN, COMPREN