- Remember, remember, the 5th of November
- The Gunpowder Treason and plot;
- I know of no reason why Gunpowder Treason
- Should ever be forgot.
Pólvora, pólvora, pólvora... Por estos días, he visto un debate bastante familiar en la televisión escocesa, sobre la necesidad de restringir el uso de la pólvora; que tantos niños quemados, que tantos accidentes, etc. Y la razón para ese debate, tiene que ver con que mientras escribo esto en mi oficina, la ciudad entera de Glasgow se estremece bajo el ruido de las detonaciones, y se maravilla (o por lo menos, se divierte) con el espectáculo de los juegos pirotécnicos.
La razón: ellos están celebrando una celebración bastante ambigua. En 1605, época de persecución a los católicos por parte de una monarquía protestante poco segura de su poder encabezada hasta 1603 por la reina Isabel I, que aunque mandó ejecutar a su posible sucesora María de Escocia en 1597, al morir le cedió la corona al hijo de la difunta, Jacobo (James) I de Inglaterra y VI de Escocia. A pesar de los antecedentes, Jacobo era cercano a los protestantes, (cosas de la política). Aunque Jacobo estaba ahí para defender los intereses de los protestantes, no persiguió a los católicos como su sucesora, y durante los primeros años de su gobierno éstos se hicieron fuertes, y comenzaron a conspirar contra el rey, al que no perdonaban su alineamiento con los protestantes que asesinaron a su madre. En 1604, después de varias conspiraciones católicas descubiertas contra él. decidió expulsar a los jesuítas y demás curas, y volver a poner en vigor las multas para católicos. Los católicos, por su parte, se sentían respaldados, por su puesto, por la corona española, pero este respaldo nunca llegó a ser militar, y decidieron actuar por su propia cuenta, mientras todavía no se desmantelaba su poder en inglaterra.
Allí fue donde apareció Guy Fawkes, un católico aventurero pero bastante convencido, que se le midió a intentar un magnicidio de bastante envergadura, volando todo el palacio de Westminster (el parlamento) con la familia real y las dos cámaras en pleno dentro. La pólvora húmeda y una labor de "inteligencia" exitosa frustraron el atentado, y Fawkes fue apresado. Su negativa a delatar a sus cómplices hizo que el rey firmara una autorización para torturarlo (parece que los ingleses de ese tiempo acudían menos alegremente a ese método que los gringos de hoy en día). Mientras tanto, las mayorías protestantes comenzaron a celebrar con fogatas en todo Londres y alrededores, mientras se desplegaba una operación policial que, a pesar de la poca colaboración de Fawkes, pondría a casi todos los responsables, curas incluídos, a pagar con una forma de ejecución bastante cruel, que combinaba la horca (pero no hasta morir) y el descuartizamiento.
Hoy en día la celebración ha perdido gran parte de la intención inicial, y es difícil saber si Guy Fawkes es considerado un villano o un héroe, independientemente de la afiliación religiosa de la gente. Los días anteriores los niños construyen muñecos que representan a Guy Fawkes, y cuando uno camina por la calle, es asaltado por grupitos de rapaces que le piden una moneda "for the Guy". De ahí viene la costumbre de llamar en inglés a los hombres "guy", como quien dice en español "tipo". Hoy, durante la noche, levantaran hogueras y quemarán pólvora, y aparentemente es más por nostalgia del espectacular evento que no sucedió, que por celebrar una victoria de un régimen que por alguna razón ya no es tan popular.
Hay, según dicen, un dicho popular que dice que Guy "fue el único que ha entrado al Parlamento con intenciones honorables". Y el que haya visto la película "V is for Vendetta", dirigida por James McTeigue y escrita por los hermanos Wachowsky (los de Matrix) se dará cuenta del carácter anarquistoide que tiene la celebración hoy en día.
Pero hoy me siento mas nostálgico que anarquista, y la ciudad alumbrada por la pólvora me recuerda más a Pasto en un año nuevo (con los niños, los "guys" y la pólvora) de lo que me inflama en ínfulas revolucionarias.
La razón: ellos están celebrando una celebración bastante ambigua. En 1605, época de persecución a los católicos por parte de una monarquía protestante poco segura de su poder encabezada hasta 1603 por la reina Isabel I, que aunque mandó ejecutar a su posible sucesora María de Escocia en 1597, al morir le cedió la corona al hijo de la difunta, Jacobo (James) I de Inglaterra y VI de Escocia. A pesar de los antecedentes, Jacobo era cercano a los protestantes, (cosas de la política). Aunque Jacobo estaba ahí para defender los intereses de los protestantes, no persiguió a los católicos como su sucesora, y durante los primeros años de su gobierno éstos se hicieron fuertes, y comenzaron a conspirar contra el rey, al que no perdonaban su alineamiento con los protestantes que asesinaron a su madre. En 1604, después de varias conspiraciones católicas descubiertas contra él. decidió expulsar a los jesuítas y demás curas, y volver a poner en vigor las multas para católicos. Los católicos, por su parte, se sentían respaldados, por su puesto, por la corona española, pero este respaldo nunca llegó a ser militar, y decidieron actuar por su propia cuenta, mientras todavía no se desmantelaba su poder en inglaterra.
Allí fue donde apareció Guy Fawkes, un católico aventurero pero bastante convencido, que se le midió a intentar un magnicidio de bastante envergadura, volando todo el palacio de Westminster (el parlamento) con la familia real y las dos cámaras en pleno dentro. La pólvora húmeda y una labor de "inteligencia" exitosa frustraron el atentado, y Fawkes fue apresado. Su negativa a delatar a sus cómplices hizo que el rey firmara una autorización para torturarlo (parece que los ingleses de ese tiempo acudían menos alegremente a ese método que los gringos de hoy en día). Mientras tanto, las mayorías protestantes comenzaron a celebrar con fogatas en todo Londres y alrededores, mientras se desplegaba una operación policial que, a pesar de la poca colaboración de Fawkes, pondría a casi todos los responsables, curas incluídos, a pagar con una forma de ejecución bastante cruel, que combinaba la horca (pero no hasta morir) y el descuartizamiento.
Hoy en día la celebración ha perdido gran parte de la intención inicial, y es difícil saber si Guy Fawkes es considerado un villano o un héroe, independientemente de la afiliación religiosa de la gente. Los días anteriores los niños construyen muñecos que representan a Guy Fawkes, y cuando uno camina por la calle, es asaltado por grupitos de rapaces que le piden una moneda "for the Guy". De ahí viene la costumbre de llamar en inglés a los hombres "guy", como quien dice en español "tipo". Hoy, durante la noche, levantaran hogueras y quemarán pólvora, y aparentemente es más por nostalgia del espectacular evento que no sucedió, que por celebrar una victoria de un régimen que por alguna razón ya no es tan popular.
Hay, según dicen, un dicho popular que dice que Guy "fue el único que ha entrado al Parlamento con intenciones honorables". Y el que haya visto la película "V is for Vendetta", dirigida por James McTeigue y escrita por los hermanos Wachowsky (los de Matrix) se dará cuenta del carácter anarquistoide que tiene la celebración hoy en día.
Pero hoy me siento mas nostálgico que anarquista, y la ciudad alumbrada por la pólvora me recuerda más a Pasto en un año nuevo (con los niños, los "guys" y la pólvora) de lo que me inflama en ínfulas revolucionarias.
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