miércoles, marzo 28, 2007

UNA CIUDAD CATEDRAL

Imagen: Concierto de CAMERA OBSCURA en Liquid Rooms, in Edinburgo, el 27 de marzo de 2007

POST PATROCINADO POR SHOEGAZER

Como en estos últimos tiempos hubo dos conciertos importantes en Bogotá, he visto reseñas de conciertos en bastantes blogs colombianos. Las reseñas recomendadas, claro, son los de siempre. Pero como yo no soy libre, sino que soy bloguero, no podía quedarme atrás. Y aprovecho el concierto maravilloso al que asistí ayer martes para poner acá una pequeña reseña, uno de los clichés blogueros que me faltaba tachar.

LA CIUDAD
No voy a aburrirlos con las alabanzas de esa hermosa ciudad que es Edimburgo. Una ciudad a la cual el turismo no ha logrado quitar su carácter único y un tanto medieval, con gente común y corriente compartiendo el edificio de su vivienda con museos, (el del enlace se llama, en efecto, camera obscura) hitos históricos milenarios y pubs legendarios. Es, claro, una ciudad turística, y eso implica un cierto toque impostor aquí y allá, una historia disecada y coloreada para el turista que quiere tomarse una foto con el mito. Pero es una ciudad real. Uno puede cruzarse con las hordas de NEDs en Nicholson Road, o contemplar a los quinceañeros gritando ¡viva Escocia! después de un partido de fútbol. No me cuesta imaginar que habrá manifestaciones políticas, aunque me da la impresión el estado actual de Escocia es de una comodidad política que es impensable en países como el mío. No se siente una insatisfacción por el gobierno suficiente para que la gente haga gran cosa.
Una última observación sobre Edinburgo: es un laberinto. La zona más turística, sobre todo, con su multitud de callejones estrechos entre edificios de piedra renegrida por el humo (la ciudad pasó bastante tiempo dentro de una nube negra). Es recomendable cargar un mapa de bolsillo, que no incomode mucho al consultarlo. Y preguntarle a la gente, que aunque en la mayoría de los casos serán turistas perdidos como uno, cuando son nativos estarán encantados en ayudar, y, mejor aún, se les entenderá lo que dicen bastante más que a nuestros amigos de Glasgow.

CAMERA OBSCURA
La banda que tocaba en el "Liquid Room" de Edimburgo era Camera Obscura. Ah, qué banda tan buena. Y tan irregular. Si uno espera que salgan rockeros curtidos y expertos viajeros por el lado más bestia de la vida, se llevará una sorpresa. O si espera graduados de Eton College haciendo alarde de refinamiento aristocrático, como uno que otro grupo de Brit Pop. O si espera incluso gente joven y cool.
Estos son personas maduras con apariencia de lo que se suele llamar geeks. Aunque realmente no creo que lo sean, porque al menos la cantante y el trompetista parecen ser ingeniosos, hábiles socialmente y carismáticos. Al menos, sobre el escenario.
La música que hacen es sencilla, pegajosa, y uno le halla el gusto muy rápido. Son bastante conocidos hoy en día, pero no parece que busquen la fama. Hacen la música que les gusta, nos dejan oírla, y su éxito comercial, completamente accidental, les permite dedicarle más tiempo a su hobbie musical.

EL CONCIERTO
Liquid Room es una puerta metálica, con un letrero difícil de leer de lejos, que da a una calle empinada de Edinburgo (Victoria Street) con algunos de los almacenes mas interesantes: libros usados, ropa usada, libros de arte, arte, camisetas estampadas. Los típicos "bouncers" de 100 kilos con audífono y micrófono cuidan la puerta. Estos bouncers, elemento decorativo a veces y funcional otras, en todo tipo de clubes. Pasando esta etapa, se camina por largos pasillos subterráneos hasta una bodega que parece refugio antiaéreo. Un sitio pequeño, y ese día, sin mucha gente. Unas 200 personas no alcanzaron a copar el espacio hasta hacerlo incómodo.
El telonero fue Ned Collett, otro cantante irregular. Un australiano que canta como esos grupos del actual boom sueco, en su primer concierto en el hemisferio occidental. Su estilo sentimental y, digamos, poco rudo, me hizo preguntarme si no habrá sufrido mucho en la cruda Australia. Cantaba con una guitarra, un sampler, y una voz excelente. Su música, bastante agradable, sin pretensiones pero también sin complejos. Se entiende que haya atraído a los de Camera Obscura, que lo "descubrieron" de su gira por Australia.

La intervención de Camera Obscura fue brillante. Ayudó, claro, que ya conociera muchas de las canciones, pero las que me eran desconocidas también me encantaron. No son personas de alto perfil a quienes les guste mostrarse, pero hacen gala de humor fino y burla de sí mismos en sus cortas intervenciones entre canciones. Las interpretaciones de todos, excelentes. El trompetista, que también toca guitarra e instrumentos varios de percusión, se lució. Igual que los demás, me parece. La voz de Tracyanne es de lo más dulce que a uno le sea dado oír. Seguro que hay quien con sólo oírla cantar ya quiere casarse con ella. Aparte de que ella y Carey Lander son muy bonitas, sin ser tampoco supermodelos. Tal vez parte de la impresión de que se ven como geeks se deba a la manera vintage como ellas se visten, con vestidos como de amiga de la mamá de uno.
La canción más popular, desde luego, fue "Let's get out of this country" (de la cual sale el título de este texto). Y tocaron también "Country Mile", que como es lógico, me desbarató completamente. La audiencia también parece haber sido profundamente conmovida, en bloque, cuando cantaron "Dory Previn". Un silencio monolítico: todos parecíamos contener la respiración.

Creo que por fin comencé a aprovechar Escocia.

BONUS TRACK
Me encontré en YouTube una grabación que alguien hizo de "country mile" en el mismo concierto al que asistí. Con valor puramente documental, porque es cortico y de una calidad más bien regular. Los dejo con eso, y con el video de "Tears for Affairs"



Ah, y otro extra: el SET LIST. Esta es la hojita que utilizó alguno de ellos (no se cuál) para saber cuáles canciones tocaban, y en qué orden:

COMPREN, COMPREN