
De modo que al parecer, ese es mi nuevo yo, el que ya no despacha como demasiado prosaico y mundano el conocimiento sobre computadores, para más bien romperse la cabeza con cosas más fundamentales. Pero un momento, no tan rápido. El mundo no lo deja a uno redefinirse tan fácil, y menos a mi edad. La siguiente, es una aburridísima anécdota basada en la vida real, aunque contada de manera no del todo exacta ni precisa, para no hacerla aún más aburrida y abusar del público.
Ambientación: típica oficina de profesor universitario, llena de papeles, un computador que parece lonchera conectado a dos monitores gigantes llenos de ventanas, algunos con cosas que parecían relacionadas con alguna rama de las matemáticas. Profesor sentado al frente, proveniente probablemente de la India, al juzgar por la pigmentación de los párpados.
Profesor JJ> Hola, señor Lanark. Necesitaba hablar con usted. Tome asiento.
Lanark> Si. Me dijeron que me andaba buscando.
Profesor JJ> ¿Cómo va todo? ¿ha hablado con K*? *K es otro profesor. El lector suspicaz, sabrá quién es.
Lanark> Si, algunas veces. Lo mantengo informado de mi trabajo.
Profesor JJ> ¿Y él le ha dicho algo sobre la financiación de su doctorado?
Laanrk> Algo hemos hablado, pero no mucho. Yo le dije que me gustaría que me dieran una asistencia docente en física, para trabajar mecánica cuántica, en algo afín a lo que voy a hacer
El profesor JJ hace cara de que eso implicaría trámites burocráticos infinitos, pero inmediatamente se calma, como dándose cuenta muy rápido de que no es su problema.
Profesor JJ> Ah, muy bien. Pero, ¿sted es consciente de que mi proyecto le paga £££££ (insertar cantidad de plata mayor a 5 libras) de su matrícula? Yo espero que usted también haga algo de programación para nosotros.
Lanark> Mmmmm
Profesor JJ> ¿Ud maneja C++?
Lanark> No
Profesor JJ> ¿Java?
Lanark> Estoy aprendiendo
Profesor JJ> ¿Tiene alguna experiencia en programación?
Lanark> Para mis tesis de pregrado y maestría programé en Maple V, que es un programa de matemáticas con un lenguaje similar al C++, pero con montones de funciones especializadas. Sin embargo, jamás he tomado un curso de programación propiamente dicho.
Profesor JJ> Ah, ya. ¿Qué sabe sobre máquinas de base vectorial?
Lanark> Nada.
Profesor JJ> ¿Y sobre (insertar cosas que Lanark no hab'ia o'ido en su vida)?
Lanark> Nada. Mis estudios han sido bastante pobres en ciencias de la computación.
Profesor JJ> ¿Qué fue lo que estudió usted entonces?
Lanark> Química, y física. Siento mucho que sea un problema para el proyecto obtener algo por lo que me dan para la matrícula
Profesor JJ> Bah, no se sienta mal, lo que pasa es que yo hab'ia olvidado que ud. no estudi'o ciencias de la computaci'on. Pero ya encontraremos algo en lo que nos pueda ayudar. Eso era lo que quer'ia discutir con usted. Gracias por su tiempo. Hasta pronto.
Lanark> Hasta pronto. Hablamos cuando se nos ocurra algo.
De estas cosas, siempre me anima el hecho de haberle sacado el cuerpo a la hiperespecialización, que es uno de los mecanismos de la "proletarización de la ciencia" (esperaba conseguir un lindo enlace para ese concepto, pero sólo hallé uno restringido y un informe burocrático, de modo que al lector le tocará buscar sobre la teoría de Jean-Marc Lévy-Leblond). En todo caso, vamos a ver cómo me va en mi camino poco concurrido por las teorías y técnicas.