jueves, noviembre 16, 2006

¿QUIÉN VENGO SIENDO?

Este va ser uno de esos textos egocéntricos donde el autor se pone a contar cosas de su vida que no le interesan a nadie, porque los demás blogueros van a leerlo y comentarlo por pura urbanidad. Para empezar, les cuento que estoy estrenando el Vector Linux en la casa. La diferencia en los gráficos ha sido tremenda con el windows vetusto que tenía, y ahora puedo aspirar a montar un montón de programas que necesito para mi trabajo. Hay algo extraño que sucede cuando uno se mete a montar linux. Al que no se a montado en ese tren, usualmente le da pereza la perspectiva de tener que conocer muchos detalles del funcionamiento de su computador, conocimiento que Windows le ahorra. Y cuando uno ya está adentro, esa misma perspectiva lo anima, no sólo porque sea más interesante, sino porque uno siente que puede hacer más cosas, que tiene más control, que tiene más poder.

De modo que al parecer, ese es mi nuevo yo, el que ya no despacha como demasiado prosaico y mundano el conocimiento sobre computadores, para más bien romperse la cabeza con cosas más fundamentales. Pero un momento, no tan rápido. El mundo no lo deja a uno redefinirse tan fácil, y menos a mi edad. La siguiente, es una aburridísima anécdota basada en la vida real, aunque contada de manera no del todo exacta ni precisa, para no hacerla aún más aburrida y abusar del público.

Ambientación: típica oficina de profesor universitario, llena de papeles, un computador que parece lonchera conectado a dos monitores gigantes llenos de ventanas, algunos con cosas que parecían relacionadas con alguna rama de las matemáticas. Profesor sentado al frente, proveniente probablemente de la India, al juzgar por la pigmentación de los párpados.

Profesor JJ> Hola, señor Lanark. Necesitaba hablar con usted. Tome asiento.
Lanark> Si. Me dijeron que me andaba buscando.
Profesor JJ> ¿Cómo va todo? ¿ha hablado con K*? *K es otro profesor. El lector suspicaz, sabrá quién es.
Lanark> Si, algunas veces. Lo mantengo informado de mi trabajo.
Profesor JJ> ¿Y él le ha dicho algo sobre la financiación de su doctorado?
Laanrk> Algo hemos hablado, pero no mucho. Yo le dije que me gustaría que me dieran una asistencia docente en física, para trabajar mecánica cuántica, en algo afín a lo que voy a hacer

El profesor JJ hace cara de que eso implicaría trámites burocráticos infinitos, pero inmediatamente se calma, como dándose cuenta muy rápido de que no es su problema.


Profesor JJ> Ah, muy bien. Pero, ¿sted es consciente de que mi proyecto le paga £££££ (insertar cantidad de plata mayor a 5 libras) de su matrícula? Yo espero que usted también haga algo de programación para nosotros.
Lanark> Mmmmm
Profesor JJ> ¿Ud maneja C++?
Lanark> No
Profesor JJ> ¿Java?
Lanark> Estoy aprendiendo
Profesor JJ> ¿Tiene alguna experiencia en programación?
Lanark> Para mis tesis de pregrado y maestría programé en Maple V, que es un programa de matemáticas con un lenguaje similar al C++, pero con montones de funciones especializadas. Sin embargo, jamás he tomado un curso de programación propiamente dicho.

Profesor JJ> Ah, ya. ¿Qué sabe sobre máquinas de base vectorial?
Lanark> Nada.
Profesor JJ> ¿Y sobre (insertar cosas que Lanark no hab'ia o'ido en su vida)?
Lanark> Nada. Mis estudios han sido bastante pobres en ciencias de la computación.
Profesor JJ> ¿Qué fue lo que estudió usted entonces?
Lanark> Química, y física. Siento mucho que sea un problema para el proyecto obtener algo por lo que me dan para la matrícula
Profesor JJ> Bah, no se sienta mal, lo que pasa es que yo hab'ia olvidado que ud. no estudi'o ciencias de la computaci'on. Pero ya encontraremos algo en lo que nos pueda ayudar. Eso era lo que quer'ia discutir con usted. Gracias por su tiempo. Hasta pronto.
Lanark> Hasta pronto. Hablamos cuando se nos ocurra algo.

Pues si. Es fácil hablar de interdisciplinariedad, y esas cosas, pero todo está pensado para cierta forma de funcionar, y para que cambie, tiene que hacerse laboriosamente, cosa por cosa. Anteriormente había hablado con gente del grupo sobre las ventajas de que admitan gente de otras disciplinas, pero ahora me encuentro también con las desventajas. Que no son graves, por cierto.

De estas cosas, siempre me anima el hecho de haberle sacado el cuerpo a la hiperespecialización, que es uno de los mecanismos de la "proletarización de la ciencia" (esperaba conseguir un lindo enlace para ese concepto, pero sólo hallé uno restringido y un informe burocrático, de modo que al lector le tocará buscar sobre la teoría de Jean-Marc Lévy-Leblond). En todo caso, vamos a ver cómo me va en mi camino poco concurrido por las teorías y técnicas.

lunes, noviembre 13, 2006

MANIFIESTO URIBISTA

Viendo los periódicos, las revistas y los blogs colombianos, me doy cuenta de que la gente cree que allá la política presencia la misma lucha eterna entre la izquierda y la derecha. Pero no. Igual que en venezuela, la derecha y la izquierda han caído en desgracia por la aparicion de un cierto tipo de populismo. Claro que, para no repetirse, Uribe y Chávez se han repartido las frases de cajón y los estilos, amén de echar mano de una gran cantidad de rasgos pintorescos de sus propias regiones (no se qué tanto Chavez, pero sí se de Uribe). Para el que dude de la similaridad de los dos populismos andino-caribeños, hay un artículo de THE GUARDIAN que lo puede hacer, tal vez, dudar por un instante.
Y en un arrebato de bloguerismo farandulero, quise escribir un manifiesto uribista. Estamos llenos de uribistas furiosos gesticulando en todas partes, creo que esto es innecesario. Casi todo lo que tienen para decir, lo he resumido en 6 "punticos":

MANIFIESTO URIBISTA

  1. Hay gente buena, y gente mala. Los malos, son comunistas; unos están en el monte, y los otros están detrás de un teclado o un micrófono defendiendo a los primeros.
  2. Los partidos políticos son una vagabundería, son un arrimadero de los corruptos; se ponen a hablar de una vaina que uno no entiende, que le llaman ideología, para robarse la plata. La gente de bien ya no quiere partidos, porque ya sabemos que lo único que hace falta es un presidente con pantalones que no les tenga miedo a los malos.
  3. Nunca hemos intentado exterminar a los malos; para eso hace falta alguien valiente como Uribe y (*insertar aquí un segundón que no se haya quemado o hecho el ridículo*)
  4. Para que la economía se enderece, lo que hace falta es trabajar, trabajar y trabajar. Los que son pobres, es porque no han trabajado, trabajado y trabajado, y no hay que ponérsela fácil, para que se animen a trabajar, trabajar y trabajar. En cambio, sí hay que poner todo en manos de los banqueros y los grandes capitales, a quienes el pais les debe todo, y que jamás han recibido nada por su esfuerzo.
  5. Nuestra única oportunidad sobre la faz de la tierra es arrimarnos a los Estados Unidos, ese es el escampadero más seguro. Los que se arrimen a paises latinoamericanos, van a terminar volviéndose comunistas, y nos va a tocar darles bala. Y Europa, no existe. ¿o es que ustedes acaso saben dónde queda? Asia como que existe, pero podemos esperar que la invada también Estados Unidos.
  6. Los uribistas sí queremos discutir las cosas calmadamente, no como esos comunistas, que se van lanza en ristre contra la honra de la gente decente, y tratan de confundirlo a uno con cosas complicadísimas que no tienen nada que ver. Nosotros tenemos las cifras de presidencia y de planeación, y el libro de Jose Obdulio, y con eso no nos pueden refutar nada esos estafetas de la guerrilla.

domingo, noviembre 12, 2006

EL BORROSO INDIVIDUO DEL FUTURO

Cuando el señor Lanark se toma suficientes tragos, invariablemente se pone a hablar del fin de la civilización como la conocemos. Que el 2012, que el agotamiento de los recursos naturales, que el caos en el campo magnético terrestre, que la popularidad de las búsquedas transpersonales, etc., etc., etc. Hoy está cuerdo, y sus especulaciones gratuitas sobre el futuro de la humanidad van a ser un poco menos tostadas, si bien tal vez no más rigurosas. Empiezan con el tema de la modernidad, siguern por el lado de los dichosos paradigmas, y llegan a la reformulación de la individualidad, via concepto cuántico de no-localidad. Pensándolo bien, si es un poco tostado. (por cierto, no piensen que el señor Lanark se toma en serio lo que dicen en todos esos enlaces; ni siquiera ha leído todo lo que dice ahí)

Ahí vamos, entonces, primero, con la modernidad. La modernidad es una forma de ver el mundo (dejémoslo así por el momento) adoptada por individuos racionales y autónomos, que comenzaron a ser realmente influyentes a partir del siglo XVI (aunque Chesterton dice que el primer moderno fue San Francisco de Asís, adelantado más de 3 siglos en ese sentido. Tiendo a creerle, porque ese gordito era muy convincente, y el santo me cae muy bien). Pensemos, sin embargo, más en el hombre moderno como un Galileo Galilei, realmente emblemático, o, ya más pulido y decantado, en un John Stuart Mill. Si queremos pensar entonces en la modernidad como una época, pensemos en la era del (pre) dominio del individuo racional.
¿Alguna vez llegamos verdaderamente a vivir la modernidad? Yo diría que la respuesta está en el escudo de armas de ORLAND: y es no importa. Y si importa, tampoco importa. Sin embargo, para tener una idea de cómo evoluciona el mundo, es, en mi humilde opinion, necesario entender hasta cierto punto qué es la modernidad, y qué es lo que puede esperarse que la reemplace. Realmente, cuando eso no se entiende, es imposible comprender el devenir ideológico de los paises en un mediano y largo plazo, y además cometerse burradas, como cuando Blair dijo que obligar a todos los ciudadanos británicos a darle al gobierno datos biológicos concernientes a su persona, era cuestión de modernidad (me enteré de esa perla en el blog de Stirer).
El caso, es que el tema que nos ocupa, por dónde vamos a salir de la modernidad, o incluso si vamos a salir de ella. Realmente, al pensar en esto debo reconocer que tuve una gran ayuda de un texto del señor Stavrogin que leí y comenté hace poco. Ese texto, en el que dice tanto, me permite enfocarme en un tema muy concreto, por lo que a los que se interesen en otros enfoques sobre el escape de la modernidad, los remito a él.

El primer hilo que voy a seguir, está delineado en mi texto sobre el observador limitado. La racionalidad del individuo moderno la entiendo como un criterio claro y coherente para decidir la mejor entre las opciones que le son presentadas en cada momento, basado en un conocimiento de las consecuencias de cada acción. Eso presupone, por un lado, que siempre se puede decidir que una situación es mejor que otra, y por otro lado, que el individuo siempre puede ser un observador suficientemente capaz para obtener la información necesaria para predecir las consecuencias de cada elección, y usarla adecuadamente. No es necesario que el individuo racional sea un Señor Spock, o un Data; el individuo racional es un ideal, y desde luego, para avenirse a la realidad hay que aflojar un poco, y aceptar una racionalidad limitada.
El "paradigma" Newtoniano del observador perfecto y del punto de vista absoluto es, en realidad, un referente necesario para definir este individuo racional. De hecho, la mecánica newtoniana devino después en una teoría más sofisticada, y con el trabajo de Maupertuis y Euler, se definió en términos de principios maximales (mecánica lagrangiana), con lo cual la naturaleza misma escogía un óptimo para comportarse. Muy moderno.
Y el "paradigma" del observador omnipotente, fue abandonado por la física a principios del siglo XX para desarrollar las dos grandes teorías físicas del siglo: la mecánica cuántica y la relatividad. Ambas basadas en un observador limitado por principio. Un jugador que no siempre puede hallar la manera de ganar, al contrario de tipos como Philleas Fogg, o su guayigol descendiente James Bond. Tal vez podríamos esperar que lo que comience a predominar, sea una forma de ver las cosas basadas en el mismo tipo de limitación y relatividad que dan lugar a la mecánica cuántica y a la relatividad.

Y con esto llegamos al quid del asunto, y es qué es lo que el señor Lanark cree que va a reemplazar al individuo moderno. Pues bien, ya se ha sugerido que va a ser individuo que es un observador limitado, pero hasta el momento, sigue siendo un individuo, y título de este texto sugiere que ya no lo va a ser más.

Resulta que un observador cuántico tiene una cantidad limitada de certidumbre, y la tiene que repartir entre los aspectos que quiera observar de la realidad. De modo que puede dárselas a unas observaciones, quitándoselas a otras (¿les suena la posición de un electrón y su velocidad?). Algunos aspectos que el observador quiera medir pueden ser incompatibles con otros, le toca repartir la certidumbre (información) entre ellos. Y la manera como se cambia de aspectos de la realidad que se enfocan, es, en la mecánica cuántica, similar a la manera como se cambia de marcos de referencia en la teoría de la relatividad. Es esta manera de cambiar de punto de vista lo que se introduce en la física con las nuevas teorías.

Otro aspecto interesante de la teoría cuántica, es la no localidad. Resulta que cuando un todo está compuesto de partes, cada una de estas partes tiene sus propiedades locales que el observador puede enfocar, pero también hay propiedades globales (no locales) que en principio son incompatibles con las locales. De hecho, si uno escoge un estado cuántico al azar en un sistema compuesto, es muchísimo más probable, casi seguro, que se encuentre uno con las propiedades no locales determinadas, que uno con las propiedades locales determinadas.

Y aún hay más: igual que cuando separamos un sistema en subsistemas sabemos que hay propiedades no locales que hacen esa separación más o menos ilusoria, cuando separamos el observador y el sistema que éste observa, también estamos desdeñando propiedades que el observador comparte con lo observado, y que hacen que la separación sea una aproximación inexacta. El observador cuántico está entrelazado (en inglés, entangled) con lo que observa, comparten un estado común, y considerarlos separados es una aproximación inexacta. De hecho, una teoría de la medida cuántica que funcione, debe considerar al observador y a lo observado como partes de un todo que comparten un estado global. Lo que David Bohm llamó totalidades.

A esto de considerar las totalidades y los estados no locales, se le ha llamado el paradigma holográfico. Sin embargo, gran parte de lo que se ha escrito al respecto es tan ingenuo y poco riguroso, que el señor Lanark prefiere ejercitar la capacidad crítica de sus interlocutores remitiéndolos a fuentes que tal vez apunten en este sentido, pero desde tradiciones diferentes a la ciencia contemporánea. Como ejemplo, citemos los argumentos del señor Lanark en el Foro de la Silla Eléctrica, discutiendo temas de una ética más allá del individuo racional:
Un ejemplo de ética sin bien ni mal, pasa por una redefinición del sujeto. En las tradiciones místicas de todo el mundo, incluso la mística cristiana y el sufismo musulmán, el yo se redefine de tal modo que los actos se dirigen a una plenitud de la realización del absoluto en todos los individuos, que es amoral y sin embargo llena todo de sentido y aún de felicidad, De ese modo, el místico no actua de una manera egoísta, porque actúa para el desarrollo de los demás incluso más que para el suyo propio.
Esto resulta en una ética que tiene dos resultados:
  • El místico actúa para evitar el sufrimiento de los demás, cuando éste nubla la mente a la unidad y trascendencia del mundo, que es en la mayoría de los casos. El sufrimiento sin un sentido claro no permite muchas veces la conciencia de un orden universal. Por otro lado, una comodidad excesiva es igualmente obstaculizadora de la conciencia.
  • Cuando no puede evitar el sufrimiento, el místico lucha por que los sufrientes vean un sentido en él. Eso puede transformar el sufrimiento en una oportunidad para adquirir conciencia
Paara terminar, una cita de Castaneda:
A warrior doesn’t know remorse for anything he has done, because to isolate one’s acts as being mean, or ugly, or evil is to place an unwarranted importance on the self.

COMPREN, COMPREN