martes, julio 21, 2009

LAS CINCO CULTURAS

Imagen: Intelectuales jugando canicas. Tomada de Smart Dogs

Primero, que eran dos culturas, en cierto modo antagonistas. En una esquina estaban los literatos y en la otra los científicos, o algo así, pero no en la sociedad en general, sino en la cúspide, peleándose la influencia sobre los hombres de acción que hacen que las cosas pasen y reparten la plata. Como la mala comunicación entre esos dos hemisferios del cerebro judeocristiano parecía algo muy preocupante, alguien con ideas dialécticas postuló que también existe una tercera cultura, de modo que se completara eso de la hipótesis-antítesis-síntesis.

Pero eso tampoco me gusta. Porque los discordiamos sabemos (aunque no estamos seguros) que eso de hipótesis-antítesis-síntesis es sólo una parte del ciclo dinámico de todas las cosas; ciclo que se cierra añadiéndole paréntesis y parálisis. Como hace poco me vi los crímenes de Oxford, de Alex de la Iglesia, (página web oficial acá) he representado estas etapas con los 4 símbolos pitagóricos mas uno que improvisé para la ocasión, en la figura que va con este párrafo. La hipótesis es el círculo tratando de abarcarlo todo, la antítesis es dos pedazos del círculo cortándose: en vez de abarcarlo todo, cortar y quitar. La síntesis, el triángulo, es como una solución de compromiso entre las dos anteriores, pero ésta es examinada y recontada obsesivamente (paréntesis, representada por el tetraktis pitagórico, símbolo del proceso de contar) llegando a una situación aún más limitada que es la parálisis (el asterisco de cinco puntas).

La hipótesis puede ser algo intuitivo, que le viene a uno a la cabeza sin entender bien cómo, como suele ser el caso de las cosas artísticas, la literatura, y todo eso. En la mayoría de los casos es necesaria una elaboración posterior, aunque algunos se la ahorren por pereza o mala fe (la mayoría) o porque no pueden hacerlo de otro modo (como Hunter S. Thompson, por ejemplo). La elaboración posterior no le quita su carácter de hipótesis, a menos que involucre el núcleo de la cosa.

La antítesis usualmente no puede aparecer sin una hipótesis, y consiste en una propuesta mucho más disciplinada y sensata. A veces, arrogante y hasta miope. Y tiene que basarse en algún tipo de reduccionismo. Es claro entonces cómo es el terreno de los científicos.

Soy el primero en entusiasmarse con la dichosa tercera cultura, es decir, de los literatos que tienen una idea decente de los aspectos esenciales de las ciencias y viceversa. Supongo que ahí estarán autores como Michel Houellebecq u otros por el lado literario, y otros como Steven Pinker por el lado científico. Pero no me hago ilusiones: sé que el curso natural es que la tercera cultura pase del estado de confusión (síntesis) a burocracia (paréntesis), para que finalmente haya parálisis, colapso y todo vuelva a comenzar.

He dicho FNORD.

Adenda:
Parece que alguien más se había ocupado del asunto dialéctico desde una óptica discordiana, aunque en inglés.

COMPREN, COMPREN