
Hoy me di cuenta de que la entrada mas vieja de este blog, data de ayer hace 1 año. No supe qué hacer con eso, pero decidí poner un texto corto. Y para espantar al posible lector desprevenido, decidí comenzar con el teorema de recurrencia de Poincaré. En versión chambona, podría decir que este teorema reza:
En un sistema gobernado por leyes dinámicas lineales, dado un estado inicial, en un tiempo finito (tiempo de restauración) el sistema llegará a un estado arbitrariamente cercano a ese estado inicial. |
Dado que es un teorema matemático que tiene una formulación formal mucho mejor que ésta, muchos ni siquiera lo reconocerán. Pero esa es la forma como yo lo entiendo. Lástima que me dio pereza reemplazar "leyes dinámicas lineales" por algo más evidente. Ni modos.
Bueno, a lo que iba. En cierto marco de referencia, el planeta está en una posición cercana a la que estaba hace un año. Yo no estoy en Bogotá, como hace un año, sino en Glasgow, pero no se si la diferencia en distancia será mayor o menor a la diferencia entre el sitio donde estaba Bogotá hace exactamente un año, y el sitio del espacio donde está ahora. Supongo que un astrofísico, con su respectivo computador, podrá decirme. Igual que Arthur Dent, por allá en los años 80s, se compraba un computador Apple para calcular dónde estaba en ese momento una cueva donde había vivido cuando vino a la tierra en la prehistoria.
En todo caso, supongo que debo recordar las cosas que me han pasado en este último año. Pero me niego a repasar lo que ya está consignado en el blog. Y otras cosas que no. Es claro para mí que ha sido un año extraño, y en cierto modo difícil. Y, con completa certeza, bastante largo.
De hace un año, recuerdo paseos extremadamente soleados por Bogotá, y como punto de referencia, una fiesta de karaoke ochentero. Alguna otra fiesta, alguna salida a los bares... ¿concierto de los Pussylánimes en Eje, tal vez? Y hoy, termina con preparativos de trasteo en Glasgow, con la perspectiva de salir por fin del Panóptico.
El blog, ha pasado momentos plenamente documentados, excepto tal vez un episodio de autocensura al respecto de la primera reunión contra el blog de Lanark, en un bar de punk en bogotá. No hay, desde luego, actas de tal reunión, pero probablemente hablarían de las desafortunadas intervenciones en política, y sobre el vicio del autor de provocar a ciertos blogueros prostáticos.

Aparte de eso, no hay mucho. Los propósitos de año nuevo no han sido demasiado honrados, y tampoco las directrices del blog. El primer post, por suerte, no se extendía mucho sobre objetivos y metodología, sino que se centraba sobre notas biográficas centradas en la etapa del estudio de la química. Ahora que lo pienso, es una lástima que perdí en algún disco duro viejo los archivos de los artículos de la revisa de Química Absurda (TAOQUEM), que vendrían ahora, un año después, como anillo al dedo (al menos, el artículo que escribió el señor Lanark antes de llamarse Lanark).
Pero pensemos más bien cómo podrían ser las cosas en un mundo perfecto (risas grabadas). El señor Lanark le habría vendido su idea de los puntos de vista a un gigante corporativo, que estaría ahora pagándole su tiempo en oro para construir el motor de búsqueda que se iba a comer a Google. Pero sólo medio tiempo. El otro medio tiempo, estaría repartido entre una nutrida clientela que le confiaría al señor Lanark pasear sus perros, y cuidar sus gatos en su ausencia. En el tiempo que le dejara libre lanzar ramas en los parques, y animar ratones de trapo para que huyan de gatos burgueses y lanudos, el señor Lanark leería todos los libros que tiene pendientes, desde "La distinción" de Bordieu, hasta los últimos dos volúmenes de "en busca del tiempo perdido" de Proust, pasando por "Politeísmos", la novela de Álvaro Naira, que para estas épocas, en un mundo ideal, ya hubiera sido publicada por la Editorial Misteriosa, y adquirida por el autor del blog. Incluso, el señor Lanark habría hallado tiempo para memorizar algunos de los poemas más ñoños de Leon de Greiff, así como adquirido la capacidad de diagonalizar mentalmente matrices de 3x3 y 4x4.
Uy, ya me estoy escalando mucho. Dejemos así.
Feliz cumpleaños, a mi (al blog)
Como ñapa, una foto que no creí posible. El autor, cobrando un penalty, ante la burla general de la comunidad informática:

Pero pensemos más bien cómo podrían ser las cosas en un mundo perfecto (risas grabadas). El señor Lanark le habría vendido su idea de los puntos de vista a un gigante corporativo, que estaría ahora pagándole su tiempo en oro para construir el motor de búsqueda que se iba a comer a Google. Pero sólo medio tiempo. El otro medio tiempo, estaría repartido entre una nutrida clientela que le confiaría al señor Lanark pasear sus perros, y cuidar sus gatos en su ausencia. En el tiempo que le dejara libre lanzar ramas en los parques, y animar ratones de trapo para que huyan de gatos burgueses y lanudos, el señor Lanark leería todos los libros que tiene pendientes, desde "La distinción" de Bordieu, hasta los últimos dos volúmenes de "en busca del tiempo perdido" de Proust, pasando por "Politeísmos", la novela de Álvaro Naira, que para estas épocas, en un mundo ideal, ya hubiera sido publicada por la Editorial Misteriosa, y adquirida por el autor del blog. Incluso, el señor Lanark habría hallado tiempo para memorizar algunos de los poemas más ñoños de Leon de Greiff, así como adquirido la capacidad de diagonalizar mentalmente matrices de 3x3 y 4x4.
Uy, ya me estoy escalando mucho. Dejemos así.
Feliz cumpleaños, a mi (al blog)
Como ñapa, una foto que no creí posible. El autor, cobrando un penalty, ante la burla general de la comunidad informática:
