martes, agosto 05, 2008

DEL BIG BANG AL CREDIT CRUNCH

Este no es Peter Luo, autor del aclamado libro de economía pop "Crouching Credit Crunch, Hidden Big Bang", pero así me lo imagino. Es un juego de palabras con la película traducida como "el tigre y el dragón" (crouching tiger, hidden dragon), por lo tanto lo voy a traducir como "del big bang al credit crunch", a pesar de que ya existía un libro con ese nombre como subtítulo. Ya les caerá ese problemita a los traductores.

Han sido muy extrañas, aunque de cortos vuelos, las consecuencias de que el libro de W. Paul Cockshott "TOWARDS A NEW SOCIALISM" fuera adoptado como guía, o como dirá algún periodista semialfabeta, como cartilla del socialismo del siglo XXI por Hugo Chávez Frías, artista del entretenimiento popular y presidente de Venezuela.

Parece extraño el hecho de que Paul haya escrito el libro,en primer lugar. Paul, es cierto, tuvo inicialmente formación como economista, aunque es mucho más conocido por su trabajo con bases de datos, compresión y teoría de la computación en general. En este campo se ha destacado bastante no sólo en el ámbito académico, sino en el industrial. De dónde le venga el interés sociopolítico, no lo sé, y no lo discutiría sin haberle preguntado directamente (mi trabajo actual tiene puntos de contacto con el trabajo actual de él, de modo que me hablo un poco con él. Nada relacionado con la política, eso sí).

Pero me estoy desviando del tema. Decía que las consecuencias del espaldarazo republicano-bananero al libro de Paul son extrañas. Espero no caer en el etnocentrismo penoso de los que creen que lo que pasa en nuestra esquina olvidada de latinoamérica tiene importancia cósmica, y se alborotan cada vez que algún personaje de relevancia internacional se acuerda de nuestra existencia, Como este 20 de Julio, cuando el brillante Jorgito Bush II alabó la obediencia mezquina de nuestro virrey Ubérrimo II. No. Las consecuencias de las que hablo son mercantiles: los libros de economía pop, aparentemente, se venden. Sospecho que el libro de Paul no es exactamente de economía pop (no lo he leído aún) pero me atrevo a decir que, dado que lo recomienda Chávez, una buena cantidad de personas lo considerará así, razonablemente además.

Entonces, es fácil de imaginar: Primero fue Schumacher en los 70s con su cuento de que "Pequeño es Hermoso", después en los 90s Beckerman con lo de "Pequeño es Estúpido". Y después de eso, la economía pop pareciera dominada por la crítica al neoliberalismo (vean por ejemplo a Amartya Sen y su prole) , lo cual es comprensible, dado que el grueso de las huestes neoliberales se compone de jóvenes "expertos" que saben aplicar un manual, pero les interesa muy poco que la gente, o ellos mismos, entiendan nada. De modo que la propaganda en el ámbito de la economía pop le hace un flaco favor al neoliberalismo, aunque algunos soldaditos neoconservadores quieran adoptar esa causa. En Colombia la ausencia de libros sobre economía pop es notable, aunque parece ser que la recopilación de columnas de Alejandro Gaviria, llamada URIBENOMICS, es un producto pionero en esa dirección.

Sin embargo, el área de la econofísica cuántica cuántica aún no tiene color ideológico, y el nuevo libro "Del Big Bang al Credit Crunch" toma la sabia estrategia de no tomar partido, haciendo guiños a ambos lados, claramente la mejor estrategia de marketing.

El primer capítulo es la obligada, y un poco aburrida, introducción histórica a la econofísica cuántica. Por alguna razón, ningún autor parece haber sido capaz de contar esa historia como algo coherente y, ay, ameno. Hay mucho que decir, claro: desde las somníferas discusiones de las dinámicas de precios tipo Black-Scholes hasta los análisis de la complejidad en los modelos económicos basados en agentes (agradable sorpresa encontrarse ahí a Neil Johnson, jurado de mi tesis de maestría, con su "dos son compañía, tres son complejidad").

Después, el también obligado capítulo de la teoría cuántica, a laque el autor, siguiendo una costumbre tan extendida como equivocada, llama mecánica cuántica. Que el holismo cuántico (es curioso, el holismo no suele durar más de un capítulo) que la no-localidad, que la dualidad. Una exposición competente, pero de ninguna manera una obra maestra.

Y entonces, uno llega a la parte sustanciosa. Lo más interesante del libro es tal vez, como había mencionado, el delicado equilibrio de argumentos para la derecha y argumentos para la izquierda. Se nota un esfuerzo por parte del autor, que logra además un resultado elegante.

Primero, comienza hablando sobre lo inadecuadas que resultan las escalas lineales de preferencias, y la manera cómo se describen los criterios con los que los agentes económicos toman decisiones. Esto es, formalmente, algo tremendamente interesante para los que trabajamos con cosas relacionadas con la lógica cuántica, pero, además, una carga de profundidad que vuela una buena parte de los cimientos de la economía neoclásica. Digamos que es algo que le corta los tendones a la mano invisible, porque hace evidente que los agentes económicos no se comportan de una manera tal que hagan funcionar al mercado como se supone que funcione. Punto para la izquierda.

A continuación, habla de la complejidad intrínseca de cualquier modelo económico, integrando de una manera no del todo satisfactoria, pero sí competente, ciertas analogías de la mecánica estadística tanto clásica como cuántica. La idea acá es que existe, por un lado, una limitación inevitable de lo que se puede predecir, y por otro, una limitación inevitable a la efectividad de cualquier acción consistente sobre la dinámica económica. De modo que es imposible planificar totalmente la economía. Punto para la derecha.

El siguiente capítulo explora la no-localidad en la economía, es decir, los efectos colectivos que son irreductibles a efectos individuales. No se puede menos que asombrarse ante la variedad de ejemplos presentados, y hay que reconocer también la solvencia con que Luo los explica de manera clara y contundente. De modo que parece ser insatisfactoria cualquier descripción de la economía basada en el individuo: punto para la izquierda.

A continuación, viene un extraño intento de clasificación de las dinámicas económicas, y una exploración de cómo se afectan mutuamente cuando ocurren de manera simultanea. El autor llega a la conclusion de que sólo puede llegarse a una estabilidad global cuando existe una cohabitación de dinámicas diferentes, que entre otras cosas implica que la distribución homogénea de la riqueza lleva a situaciones altamente inestables. Es decir, que siempre habrá ricos y pobres. Punto para la derecha.

El último capítulo es, como de costumbre, un intento de esbozar hacia dónde se puede seguir; hacia dónde se desarrollará el campo que se describe. Como el autor no quiere comprometerse con una cosa u otra, se limita a señalar, retroactivamente, todos los puntos flojos de su propia exposición, adelantándose a las críticas que espera recibir, pero sin rebatirlas, sólo reconociendo que no tiene todas las respuestas. También se toma la libertad de comentar un punto de actualidad que le da el nomre al libro: el famoso "credit crunch". Como la crisis lleva ya un año provocando pánico en algunos, siendo negada por otros, pero poniendo a todos a opinar y a muchos a gastar mucho menos, parece ser la mejor oportunidad para poner las hipótesis presentadas a prueba.

Cuando me di cuenta de que la tremenda crisis presente comenzó hace casi exactamente un año, me sorprendió el carácter semi-profético de un post que puse por esas épocas. Desde luego, es un post que rebosa ignorancia, como casi todo lo que escribo sobre economía, pero, carambas, al menos me anoté un punto por oportunidad. Increíblemente, el libro de Luo hace eco de mi crítica al modelo de crecimiento sin límites, y elabora un poco más sobre quiénes pierden con esta situación (algo mencionado por Apeláez en uno de sus primeros comentarios en este blog) que son, paradójicamente, algunos de los mismos que la provocaron.

De modo que el veredicto es: Un libro que vale la pena. Si existiera, les recomendaría que lo lean.

COMPREN, COMPREN