
El otro día llegué a sentarme en una mesa aleatoria de la biblioteca de la Universidad, y alguien había dejado un libro de Charles Bukowski, donde sale la ilustración que encabeza este post.
El libro, claro, es extremadamente sabroso de leer, como todos los de Bukowski, pero hubo una cosa en él que me sorpendió bastante:
¡ES UN BLOG!
Bueno, no tiene comentarios de los lectores, ni enlaces, ni applets ni pendejadas, pero sí está escrito como si fuera un blog. Un poco del estilo de la desaparecida sección "Esta mañana me levanté y me preparé un pan tostado" del blog de su Excelencia el presidente Reed-Durden.
Entiendo que no me crean. Es difícil imaginarse a Bukowski escribiendo como esos blogueros que dicen "mariquis, ¡soy reloco!", y, desde luego, el no escribe así. Pero también es difícil imaginárselo escribiendo sobre lo "sublime" y tomándose demasiado en serio. Bukowski tiene sentido del humor, y no se cree la gran cosa, aunque sea agresivo y gruñón.
Para la muestra, he decidido traducir un párrafo particularmente bloguero:
Creo que los que llevan diarios y anotan sus pensamientos son pajuelos. Yo sólo estoy haciendo esto porque alguien me lo sugirió, ¿ven? No soy ni siquiera un pajuelo original. Pero de alguna manera esto hace las cosas más fáciles. Simplemente lo pongo a rodar. Como una plasta por la falda de una colina. I think that people who keeps notebooks and jot down their thoughts are jerk-offs. I am only doing this because somebody suggested I do it, so you see, I'm not even an original jerk-off. But this somehow makes it easier. I just let it roll. Like a turd down a hill. |
En el libro, Bukowski también se queja de la gente, aunque de una manera mucho más compasiva que la mayoría de los blogueros, alaba los computadores, dice cuál música le gusta y porqué, y comenta lo que le pasa todos los días.
Un ejemplo de sus defensas del computador es éste:
El otro día mi yerno me dijo «es sólo una máquina de escribir glorificada» Pero él no es escritor. No sabe cómo es cuando las palabras muerden el espacio, brillan como luz, cuando los pensamientos que llegan a la cabeza pueden ser seguidos por palabras, que animan más pensamientos y más palabras a seguir llegando. Con la máquina de escribir es como caminando en el barro. En el computador, es patinar sobre hielo. Una ráfaga luminosa. Pero claro, si no tienes nada adentro, no importa. «It is only a glorified typewriter» my son-in-law told me once. But he isn't a writter. He doesn't know that it is when words bite into space, flash into light, when the thoughts that come into the head can be followed at once by words, which encourages more thoughts and more words to follow. With the typewriter it's like walking through mud. With a computer, it's ice skating. It's a blazing blast. Of course, if there's nothing inside you, it doesn't matter. |
Finalmente, no puedo resistirme a transcribir la conversación con un viejito de 96 años:
Charley- ¿Quién eres? CB- Tu vecino. He estado acá 10 años Charley- Tengo 96 años CB- Yo se, Charley Charley- Dios no me tomará porque le da miedo que le quite su trabajo CB-Podrías Charley- También tomaría el del Diablo CB- Podrías Charley- ¿Qué edad tienes? CB- 71 Charley- ¿71? CB- Si. Charley- Eso también es ser viejo CB- Lo se, Charley. -Who are you? CB-I'm your neighbour. Been here for ten years -I'm 96 CB-I know, Charley -God won't take me because He's afraid I'll take his job CB-You could -Could take the Devil's job too CB-You could -How old are you? CB-71 -71? -CB-Yes -That's old too CB-Oh I know it, Charley |