domingo, octubre 10, 2010

PUEDA GLASGOW FLORECER


Imagen: Escudo de armas de la ciudad de Glasgow, en versión del almanaque Wilson.

Let Glasgow flourish by the writing of this thesis

Eso escribí algún día como estatus en mi cuenta en una red social de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que para mi sorpresa le inspiró a David Fincher una película (no la he visto aún).   En el momento en que publiqué esa frase había visto en una exibición en la biblioteca Mitchell el acta de inauguración del acueducto actual de Glasgow, donde decían algo así como "pueda glasgow florecer al volar estas piedras con explosivos".   Probablemente estoy distorsionando un poco el mensaje.   Pero la cosa es que el dicho inicial, presente en el escudo, era parte de una expresión antigua que rezaba "Pueda Glasgow florecer por la prédica de La Palabra".   El uso de la expresión por parte de un ingeniero victoriano presumiblemente pragmático y mundano no puede menos que sonar irónico.

Yo no pretendo ser irónico.   No hubo que esperar 4 años (lo que llevo acá) para tomarle cariño a esta ciudad, aunque sí hubo que esperar a que llegara mi media naranja llegara también a estudiar, para conocer varios rincones antes inexplorados de Glasgow y sus alrededores.    Eso sí, perdí la oportunidad de escribir sobre eso, al menos "en caliente".

Pero vuelvo sobre la tesis, espero que brevemente.    La idea inicial de este post, era decir una cosa: que nunca me llegué a cansar de mi tesis.     Fue un trabajo delicioso de hacer.   Interesante casi todo el tiempo, y ni siquiera me arrepiento de haberles botado corriente a las vastas cantidades de cosas que se quedaron por fuera; esas gravitan por ahí esperando que haga algo con ellas, como publicarlas.     Pero lo mejor, debo reconocerlo, era darle forma concreta y precisa a las ideas vagas que había amontonado, usualmente la víspera (exagero nuevamente) del día en que tenía que entregar algún tipo de informe, intentar pubicar algún artículo, o dar alguna charla.



Y ni hablar de las gráficas.   Tal vez lo único que me reprocho es no haberme permitido pasar más tiempo haciendo dibujitos.     Fueron una parte importante del proceso de darle forma a las cosas, y a veces parecían un fin en sí mismos.

La que acompaña esta entrada es un diagrama de Hasse que muestra unas relaciones de orden entre elipses; hay lineas entre elipses que contienen a otras.   En el caso de arriba son más redondeadas, y en el caso de abajo, más alargadas.   Las elipses más alargadas tienen menos relaciones de orden, porque no caben unas dentro de otras orientadas en otra dirección.    Esa diferencia es importante en la tesis, pero la gráfica se quedó afuera porque explicarlo hubiera sido una distracción.

La presencia de esa gráfica en esta entrada, prácticamente gratuita, pero no del todo, refleja tal vez parte de la razón de ser de la tesis: incluír cosas que me gustan.    Eso puede sonar poco científico, pero se que gente como P. A. M. Dirac, físico cuántico famoso, estaría conmigo.

Y aquí caigo en cuenta de que no he dicho (hasta el momento) la razón de ser de esta entrada: que la semana antepasada (el 30 de septiembre) la tesis fue entregada oficialmente para ser pasada a los jurados.   Se fue así.   Ya veremos qué opinaron. 

COMPREN, COMPREN