
El tema que me ha trasnochado las últimas semanas ha sido (nuevamente) Linux, pero dado el estado delicado de salud del blog, quisiera reanimarlo con algo que sea de un mayor interés para los visitantes habituales (tal vez haya un par) que con esos temas que atraen desprevenidos navegantes de la red buscando respuestas a algún problema técnico.
Por lo tanto, este post es sobre algo que tenía ganas de comentar desde hace algún tiempo. Digamos que todo comenzó con una película muy buena que vi el año pasado, que salió de la idea loca de hacer una película policiaca de bala ventiada con policías típicos británicos, de esos que uno ve completamente desarmados ayudándole a un viejito que se cayó... una comedia, claro, con ese famosísimo fino humor inglés, dirigida por Edgar Wright, el mismo que nos mostró cómo es tremendamente difícil distinguir entre un habitante de las midlands de Inglaterra normal y un zombie (en "Shaun of the Dead").
El personaje principal de la película, oficial Nicholas Angel, que aparece a la izquierda en la foto que encabeza el post, es un policía que comienza su carrera en Londres con tanto éxito que lo mandan a un sitio donde "su eficacia no sea tan embarazosa". Es así como lo mandan al pueblito mas pequeño, bonito e indeciblemente aburrido que se les ocurrió. Lo que ocurrió ahí se lo dejo al que se anime a ver la película, porque no es suficientemente relevante acá.
Lo que me llevó a mencionar esta joya cinematográfica tan extemporáneamente, fue que los últimos
meses he oído bastante sobre un personaje que me recuerda mucho a Nicholas Angel. Se trata de Richard Brumstrom, el jefe de policía del norte de Gales. Lo último que supe de él fue tal vez la anécdota que más me recordó a "hot fuzz". El señor Brumstrom se trepó, en una noche de diciembre, por unos andamios que habían puesto para arreglar el edificio de su cuartel, e irrumpió en su oficina, probando que la seguridad era más bien precaria. Antes de eso, en septiembre, había convencido a unos colegas de que probaran en él una nueva arma eléctrica no-letal que la policía británica está comenzando a utilizar: el taser. En el video, aparece nuestro Brunstrom recibiendo la descarga de 10.000 voltios.

Sin embargo, no fue eso lo primero que supe del superpolicía. Lo primero que oí de él fue lo que más me gustó: en agosto, en unas declaraciones que dió a la prensa, dijo que la prohibición y la guerra contra las drogas era una estrategia fracasada y que el gobierno debería dejar de insistir en ella. Eso, desde luego, le valió un lugar preponderante en la lista de personajes más atacados de ciertos tabloides (ver por ejemplo el Daily Mail) que tradicionalmente toman las posiciones más populistas, militaristas, racistas, y demás ismos de la extrema derecha. El estilo escandaloso y provocador del comisionado (o como sea que se traduzca "constable") ha hecho las delicias de estos tabloides, que desde luego claman por su renuncia, por más que ésta, irónicamente, sería un golpe mas duro para ellos que para él, porque les quitaría un excelente caballito de batalla para indignar a sus lectores godos.
Sin embargo, sus declaraciones sobre las drogas no son el flanco por el que más lo atacan, sino su gestión en el control del tráfico. Su gestión siempre fue conspicua, incluso desde sus inicios como agente raso, cuando con una máscara de gorila detuvo un automóvil que iba demasiado rápido, y que resultó ser conducido por el comisionado de policía de Londres. El programa mas controvertido del señor Brunstrom es, increíblemente, el de las cámaras de velocidad, algo que a uno, tal vez por ser peatón irredimible, le parece no solo inofensivo sino beneficioso. Pero la Asociación de Conductores Británicos ABD difiere bastante de mi punto de vista.
Sin duda no es algo muy común tener un alto mando de la policía de tan alto perfil, que regala a los medios frecuentemente con hazañas físicas o intemperancias verbales, y que además toma como suyas campañas evidentemente culturales como la preservación y popularización del idioma galés. Y ni hablar de su Ph.D. en biología, ni de su nombramiento como druida honorario.
Para acabar de completar el perfil mediático de este funcionario, les cuento otra cosa: fue el primer comisionado de policía en crear un blog, y lo mantiene bastante actualizado. No es libre, es blogger. El que quiera echarle una mirada, puede seguir este enlace.
Para que vean que uno no tiene que contentarse con un "general serrucho"...