lunes, abril 09, 2007

¡¡IZQUIERRRE!!

Imagen: Mi general Pinochet, en su domicilio actual. Tomada de el blog de Nuestro Señor.

Aunque esto de las discusiones sobre política está un poco gastado y pasado de moda en la blogósfera colombiana, voy a colgar este texto con la esperanza de tomarme un descanso de estos temas por un tiempo. En este breve post, quiero esbozar un poco mis razones por las cuales pienso que los defensores a ultranza del Capital Privado son gente de derecha, aunque de manera poco coherente digan que la derecha y la izquierda son conceptos que carecen de sentido, y que sea relativamente fácil mostrar cosas como que Hugo Chávez es de derecha, y Álvaro Uribe Vélez es de izquierda.

¿Porqué los neoliberales son de derecha?

  • Para mí, el argumento axial de los fascismos es que hay gente mejor que otra (así, en absoluto y sin matices ni otras dimensiones) y a ellos corresponde decidir por los que son "menos mejores". Pasaron de moda los criterios raciales para decir quién es mejor (con ciertos "revivals" en expresiones como la raza deforme colombiana) y ahora es mejor quien es productivo. Las personas económicamente productivas son, entonces, la gente de bien que debe tomar en sus manos el futuro de la nación sin preguntarle su opinión a los que por una u otra razón (usualmente se asume que es pereza) son menos productivos; sean pobres o intelectuales.
  • El argumento de que los neoliberales son prácticamente anarquistas, porque luchan por la libertad del individuo frente a un estado que no le deja desarrollar su potencial, es para mí ridículo, por dos razones:
    • Si bien el estado puede caer en poder de una mafia, y convertirse en una camisa de fuerza para la sociedad, esto no es un rasgo necesario, sino accidental. El estado representa el interés común, y es distinto al gobierno, que es la maquinaria burocrática y humana que lo representa en las situaciones concretas. Curiosamente, los neoliberales son más hostiles a la idea abstracta del estado que a la idea concreta del gobierno. Aunque atacan al primero, defienden al segundo, que es el único garante de su injerencia política.
    • La propiedad privada ha sido siempre uno de los temas más recurrentes de los anarquistas, y casi invariablemente concluyen que es algo que atenta contra la libertad individual. Por el contrario, estos neoliberales, parecen asumir que todos los derechos del individuo se redujeran al derecho a la propiedad, como sugieren ciertos autodenominados liberales.
  • El hecho de que se opongan a la legalización de la droga, que es un corolario natural de los principios de mercado libre pero regulado legalmente que propugnan. La razón de que lo hagan no es ideológica sino estratégica; es una claudicación de sus principios que sería imposible si no hubiera cláusulas escondidas en esta ideología que los hace preferir la represión militar a la republicana por sobre mecanismos más efectivos y propiamente liberales de control de fenómenos como el narcotráfico.
  • Aunque se dicen críticos, abiertos y valoradores del conocimiento, en particular de un conocimiento tan exacto como sea posible de los fenómenos económicos, la manera como se ha impuesto esta ideología le corta las alas en este terreno. Sus puntas de lanza son técnicos expertos en la aplicación de manuales elaborados en el primer mundo (que no son aplicados allá, claro) y que ven con naturalidad el hecho de seguir ciegamente el liderazgo de sus gurúes, así como consideran que sus detractores simplemente siguen el liderazgo de otros gurúes. Eso denota una relación claramente conservadora con el conocimiento, diferente a la que uno está acostumbrado a encontrar en las ciencias exactas o naturales. Considero que el apelativo de tecnócratas que se les suele dar está un poco fuera de lugar en la mayoría de los casos, porque valoran más la doctrina que la técnica propiamente dicha.
  • Hay que reconocer que algunos se preocupan por diferenciarse de las élites tradicionales de corte aristocratoide que tan bien conocemos en latinoamérica (aristocratoide, porque no hay una verdadera aristocracia, como esa lamentable reliquia que explotan los tabloides británicos). Eso les permite, si, sentirse liberales. Sin embargo, esos mismos idealizan otro tipo de élites, las élites de nuevos ricos que aparecieron con la bonanza del narcotráfico de los 80s, cuya segunda generación ha adoptado una buena parte de las prácticas de las antiguas élites. Ellos se nutren mucho de la ficción del "sueño americano" o del "hombre que se hizo a sí mismo", que rara vez se da en la realidad, y aún más rara vez sin que medie el delito o al menos alguna conducta lesiva del bien común. Pero para ellos es una cuestión más de forma que de fondo; personas como Fernando Botero, que al oírlo hablar parece que hubiera sido vendedor de dulces en un semáforo en Medellín, pero en realidad vivió toda su vida en la opulencia, son suficientes para ellos.
Bueno. dado que he completado el número discordiano (5) de razones, me detengo acá, esperando no haber aburrido a mi audiencia con esta perorata.

17 comentarios:

Kyboy dijo...

Leyendo a Lanark últimamente podría decir lo mismo que dice Stanislaw Lec cuando afirma que “Algunos sufren de hipertrofia de las glándulas políticas”.

Anónimo dijo...

Muy buen post. El cuentico pendejo de la propiedad privada como máxima expresión de la libertad es algo realmente criminal. Nadie puede negar que esa acumulación de la riqueza en pocas manos es en gran medida la causante de la pobreza absoluta en que viven las dos terceras partes de los países del mundo. Casos como el de El Salvador donde el 2% de la población era poseedora del 90% de las tierras cultivables es un ejemplo muy claro de cómo la propiedad privada acumulada en muy pocas manos produce miseria y hambre. Muy buen post felicitaciones.

Anónimo dijo...

Es cierto. Más que tecnócratas, deberían recibir el apelativo de "dogmáticos" o "sabidillos de pizarra".

La polarización tradicional entre derecha e izquierda está cada vez más en entredicho. Por poner un ejemplo, la derecha clásica estaba obsesionada por lo local, lo nacional, lo tradicional. La izquierda, por el contrario, hablaba de ciencia, de lo racional, de lo universal, de lo global. Hoy las tornas se dieron la vuelta. La derecha es partidaria de lo global, lo universal, la homogeneización, lo moderno y la izquierda se siente más cercana a lo local, lo tradicional, lo heterogéneo, lo diverso.

Quizás por ello en sociología preferimos hablar de arribas y abajos, más que de derechas e izquierdas. Los neoliberales podrán ser de derechas para unos y anarquistas para otros; lo único cierto es que hablan desde arriba y para los de arriba.

Por otra parte, el pensamiento anarquista siempre ha buscado desenmascarar las trampas que esconden los mitos del progreso, la representatividad y la propiedad. Siempre fueron denostados en su época (empezando por Marx y Nietzsche), pero poco a poco se les ha ido dando la razón.

Con respecto a la propiedad, conviene aclarar que la división entre propiedad privada y propiedad pública también tiene sus trampas. En la tradición jurídica romana se solía distinguir entre tres tipos de propiedad: la propiedad privada, las propiedades de la Res-Pública y las propiedades de los pueblos (los ríos, los mares y todo aquello que pertenecía a todos).

Napoleón, en su Code liberal, abolió para siempre el tercer tipo. Todo lo que no era de propiedad privada pasó a ser de propiedad pública, que en realidad es otra forma de propiedad privada. Así desapareció aquello que era de todos, sin ser público. La propiedad es un robo, dijo con acierto el jurista Proudhon.

Anónimo dijo...

Otro de los tópicos sugiere que la polarización derecha - izquierda es equivalente a la preferencia entre libertad e igualdad.

Por mi parte, creo que la derecha únicamente habla de una libertad en sentido negativo, es decir, como la necesidad de todo individuo de no verse obstaculizado por el poder público en su esfera de propiedad privada, búsqueda de beneficio y libertad de pensamiento-expresión.

La izquierda, por su parte, hace más hincapié en la igualdad y en una libertad entendida en sentido positivo, tratando de que todas las personas dispongan de un mínimo de bienestar para poder dirigir su vida hacia donde deseen. Sin medios económicos, la libertad es meramente retórica.

De ahí surgen dos posturas diferentes respecto del papel del Estado. La "derecha" únicamente quiere un Estado que ofrezca seguridad, justicia, defensa, protección. La izquierda prefiere un Estado con un brazo (izquierdo) que arrope, proteja, ofrezca de comer a los necesitados y preste asistencia social.

Por lo demás, la derecha justifica la desigualdad porque sirve de incentivo ("vicios privados, públicas virtudes", según la cínica formula de Mandeville). La izquierda no es amiga de la desigualdad porque es injusta, y no se puede legitimar la productividad si se construye sobre la injusticia. La derecha es posibilista y la izquierda es más "normativa" (hablo de norma como "deber ser").

La derecha opta por el individualismo y por el pluralismo, entendiendo que cuando cada persona o cada grupo busca su propio interés, al final se acaba produciendo un equilibrio entre todas las partes. La izquierda busca siempre un bien común, un punto de unión y solidaridad entre todos que rompa con la dialéctica de la lucha. Este es el punto en el que, según algunos, el pensamiento liberal vence por goleada al socialista.

Y a todo esto, no sé a cuento saqué todo este rollo. Ah, sí: era para decir que, hasta donde llega mi conocimiento, Chávez sería de izquierdas y Uribe de derechas. Lo cual no significa que uno sea mejor y el otro peor. En realidad me parecen bastante patanes los dos...

Lanark dijo...

Kyboy: jejeje si, así es. Debe ser una virosis. Pero ya se me va a pasar.

Bilioso: Muchas gracias. Lo peor de la propiedad privada es que de ser derecho pasa automáticamente a convertirse en un deber, y convierte a la sociedad en una plaga que tiende a agotar todos los recursos disponibles para entonces colapsar. Como la langosta, pero sin la posibilidad de migrar.

Stavrogin 1: Despues de tus puntualizaciones sobre otros enfoques de la derecha e izquierda, me sorprende que mis conjeturas a ciegas sigan pareciendo razonables. El cambio de papeles acerca de lo regional y global me parece muy interesante; una evolución extrañísima de las ideologías.

Me parece también poderoso el enfoque de la distinción arriba-abajo. Varias cosas me hacen pensar que la caracterización de una ideología requiere al menos dos dimensiones.

Muy oportunas también tus aclaraciones sobre el pensamiento anarquista y la propiedad.

Stavrogin 2: Yo había oído mucho esa definición basada en el dilema libertad <--> igualdad, pero tu descripción de los enfoques negativo-posibilista y positivo-normativo me aclara muchísimo las cosas.

Desde luego, clasificar como izquierda o derecha no tiene ninguna connotación valorativa. Los juicios valorativos que hago son más de la coherencia, honestidad y transferencia con la que se presentan las ideologías.

Gracias por tus comentarios, y un saludo.

Unknown dijo...

O Bochica. (berionda crisis de identidad)

Por lo visto para desenredar la madeja haría falta proponer un escenario radicalmente diferente, utópico para algunos y esperanzador para otros, cinecia ficción para cierto sector y algo demasiado real para otro:

Imaginemos que por fin el gobierno mundial (si el que tiene de verdad el poder y que algunos lo representan en los grandes dueños de los medios, petroleras, bancos) no tienen más remedio que admitir que los seres del espacio existen y nos han visitado. Y que no han venido con flores a saludarnos esperando que nosotros nos desarrollemos y evolucionemos de manera natural.

Al hacer eso existiria un concenso mundial y tendrian nuestros amigos siderales el permiso de venir y presentarse despues de millones de años de no hacerlo.

Ahora si voy al rollo. Empezariamos por no tener diferencias de raza o nacion pues todos somos terricolas. Solo habrian diferencias culturales porque de razas ni siquiera. Los sistemas políticos perderian toda capacidad de poder ya que empezariamos con un intercambio tecnológico accesibe a todos. La pobreza se acabaria en un termino máximo de 20 años gracias a sistemas revolucionarios e cultivo, abastecimineto, transporte y sobre todo energia limpia e ilimitada.

No habria lugar en el planeta mejor que otro y no habria mayor razón para controlar x o y recurso o poblacion pues todas tendrian lo suyo sin chantajes ni controles.

La tal propiedad privada no sería tal dada la abundancia pletórica y nadie tendria que robar alimento ni energia y los modelos de orden social y económico estarian solo en las bibliotecas.

¿Por que puse este ejemplo? Porque para mi manera de ver todos esos planteamientos socio políticos definitivamente estan condicionados a factores que van mucho más alla del planteamiento mismo y raso que las sustenta.

Creo que es un buen ejemplo y para ser sincero es para donde vamos. Asi quede un cuarto de ambiente y nos toque aguantarnos sequias, huracanes, terremotos y guerras mientras tanto.

shoegazer dijo...

Stavrogin dijo:
"Hoy las tornas se dieron la vuelta. La derecha es partidaria de lo global, lo universal, la homogeneización, lo moderno y la izquierda se siente más cercana a lo local, lo tradicional, lo heterogéneo, lo diverso".

¿No te parece que esto es una claudicación de la izquierda? Todo ese cuento de la diversidad tiene mucho de resignación: contentarnos con estar en la periferia, el glamour de la marginalidad, nunca amenazar a los que están arriba (suponiendo que es la derecha la que está arriba ahora. creo que sí.) A mí me gustaba más la izquierda que confiaba en sí misma y que iba a cambiar el mundo por el poder de la ciencia y que no tenía mayores miramientos con religiones y supersticiones y mañas ancestrales. A mí me parece bien lo global, lo universal, la homogeneización y lo moderno (sobre todo lo moderno! Hay que ser absolutamente moderno!), siempre y cuando no sean a la fuerza. Pero creo que si la sociedad evolucionara hasta un punto en que todo mundo pudiera ser razonable, todos deberían naturalmente tender a homogeneizarse y parecerse a mí. Lo cual sería un poco duro para mí porque mi superioridad sería menos evidente.

Esteban dijo...

Excelente post!

Es increíble que esta gente llegue con el cuento que ellos no son de izquierda ni derecha. Pero más increíble es que haya quien les crea. Y mucho más increíble aún es que los que les creen son mayoría...

Anónimo dijo...

Me niego a creer que uno no pueda ser político sin pertenecer a la izquierda o la derecha.

Y si el cielo es anarquista y el infierno de ultraderecha... O como sea que me manden al limbo.

Si me voy al monte y me vuelvo un hermitaño que soy? De derecha o de izquierda?

Si hago oposicion a través del arte al regimen que esté, sea cual sea soy de izquierda o de derecha?

Si no creo en la propiedad privada ni en la administracion equitativa de los recursos por parte del estado. sino que creo que a nadie le pertenece nada más que su alma y su pensamiento soy de derecha o de izquierda?

si creo que la civilizacion no es más que un chiquillo llorón que cree tener la razón soy de izquierda o de derecha?

que alguien me explique entonces. Porque me niego rotundamente a callarme pero no quiero que me clasifiquen en algún sistema.

Monarquia, feudalismo, modernismo, comunismo, socialismo, capitalismo, derechismo, anarquia, centro o izquierdismo me valen un comino.

Llevamos supuestamente como 8.000 años de historia y nos creemos muy evolucionados.

Pamplinas.

Lanark dijo...

Fernando: Tienes toda la razón en que los conceptos políticos que uno utiliza son adecuados a un cierto estado de cosas, y serán poco útiles cuando las cosas cambien drásticamente.

Este tipo de discusiones no tiene el objetivo de concluir un buen sistema de organizarnos cuando todo se ponga patas arriba, sino volvernos menos ingenuos y más agudos al respecto. Conocer mejor los conceptos ayuda a definir la posición propia y negociarla con los demás. Aparte de que es importante hacernos conscientes de nuestro bagaje de preconceptos, porque éste no va a desaparecer negándolo. Es importante conocer qué partes del pasado tratarán de moldear nuestro futuro, para decidir si se lo permitimos o no.

Shoegazer: Yo también simpatizo con ese tipo de izquierda, pero en el plano teórico, porque la inminencia del remezón global hace innecesario provocar la revolución: ésta va a venir solita. Y la izquierda revolucionaria (en el sentido de la revolución francesa, no en el sentido mentiroso del Mono Jojoy) fue moldeada por la necesidad de provocar y planear la revolución.

Especulando un poco, yo diría que la acción política tendrá que abandonar una planeación burocrática para adoptar una estrategia más similar al desatino controlado de Castaneda, una forma de actuar que es en cierto modo racional, pero no depende de una versión separada del sujeto ni de una construcción simplificada del tiempo como pasado (causas)-> presente (elección) -> futuro (consecuencias).

Esta sería también una generalización al caso colectivo del proceso al que lleva la meditación para el individuo: distinguir entre el corazón y la actividad del corazón. Se actúa desde la conciencia de algo que trasciende la superficie agitada de los acontecimientos, pero siempre en el momento presente.

Sobre la homogenización de la sociedad, creo que de todos modos se llegará a un equilibrio en que cada individuo encontrará justo la diversidad que le gusta, y nadie se preocupará si el mundo es homogéneo o no.

Esteban: Pues es triste, pero es también natural. Es más fácil dejarse llevar que pensar las cosas, y los medios no le dan muchos elementos de juicio a la gente.

Gracias por tu visita.

Bochica: Yo no estoy tratando de clasificar a cada persona en el mundo, ese sería un ejercicio inútil. Lo que muestro acá es que hay una ideología oculta detrás de ciertos discursos, y que hay mucho de deshonestidad e incoherencia en el hecho de que esté oculta.

Pensar es una forma razonable de organizarnos es, claro, un ejercicio necesario, pero no es el que me ocupaba en este texto. En tu foro de la Nueva Silla Eléctrica hay un tema que cae de perlas para eso, pero desgraciadamente apenas me estoy desatrasando de mi abandono de la red por tres semanas, y no he agarrado ritmo otra vez todavía. Nos vemos allá, en todo caso.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lanark dijo: (Yo no estoy tratando de clasificar a cada persona en el mundo, ese sería un ejercicio inútil. Lo que muestro acá es que hay una ideología oculta detrás de ciertos discursos, y que hay mucho de deshonestidad e incoherencia en el hecho de que esté oculta.)

No lo decia por ti ala carachas...

Lo decía por Esteban, a menos que estuviera hablando con sarcasmo a lo que le pediria mil perdones a él más no me retracto.

J.Sorel dijo...

Buen post.

Acabar con la oposición derecha izquierda es muy fácil por estos lados. En Colombia abundan los fascistas ingenuos que se creen ultrademócratas; no solo entre la gente con escolaridad mediana, también entre gente más preparada que un kumis. Basta con preguntarle a un profesional con postgrado qué piensa sobre la oposición de izquierda...
Otra cosa es que las ideas que defienden ahora sean diferentes a las de hace 50 o 40 años.

Nos leemos.

Anónimo dijo...

Otra de las muchas cosas es que un anarquista no fijaria un potencial unico para el desarrollo del individuo como si lo hace en cierta forma el neoliberalismo.

Buen post

Un saludo,
Ahora que tengo tiempo trato de leerlo un poco. La verdad en este blog se me va más tiempo que en el resto.

Lanark dijo...

J. Sorel: Así es. Es muy fácil decir que lo único que hay son bandidos y gente de bien, no hace falta cansarse mucho el cerebro para eso, y está de moda. Aunque ahora pienso que también debí haber mencionado que es posible una derecha inteligente, que probablemente tenga mucho del discurso de Antanas Mockus, Fernando Vallejo, y tal vez incluso de Álvaro Gómez Hurtado, que en paz descanse. Pero esa, tal vez aquí esté yo prejuiciado en esto, es más escasa que la izquierda razonable.

TonioV: Bienvenido de nuevo por acá, me alegra que puedas volver a incorporarte a la blogocosa.

Y lo que dices es exactamente el punto. La noción de individuo que hay detrás de estas modas de "sabidillos" (como los llama Stavrogin) es una noción terriblemente ingenua, incompleta e incoherente. No somos lo que ellos creen que somos, ni buscamos lo que ellos creen que hay que buscar.

Kyboy dijo...

La actividad política deja de tentar al escritor inteligente, cuando al fin entiende que no hay texto inteligente que logre tumbar ni a un alcalde de pueblo.

Nicolás Gomez Davila.

Maldoror dijo...

Lanark:

Dos cosas. Yo no estaría tan seguro que hay consenso entre los anarquistas de que la propiedad privada atenta contra la libertad individual. Creo que ciertas formas de anarquismo - las comunitaristas- piensan en la sociedad privada como un mal, porque asumen que el Estado se basa en la propiedad privada para cimentar su poder, como un metodo de dominio. Pero hay otro grupo grande de anarquistas que no tiene problema con el concepto.

Ahora, respecto a lo de los neoliberales, creo que todos esos pretendidos "liberales" que imaginan que la gente "productiva" es mejor, traición su propio ideareo político: el liberalismo antes que una teoría económica es una teoría política que exalta la libertad como un valor fundamental, y eso incluye la libertad de elegir "no ser productivo" (que más propiamente entendido por un neoliberal, es no actuar como un capitalista, "agente racional económico" etc)

Lanark dijo...

Kyboy: jajaja muy buena la cita. Pero sí se puede defender un alcalde de pueblo jajaja.

Por otro lado, sí me parece saludable bajarle a la política en el blog. Es un tema que rápidamente se vuelve aburrido.

Maldoror: Bueno, debo confesar que probablemente me hace falta mucho conocimiento sobre las vertientes contemporáneas del anarquismo; cuando escribí sobre ese consenso, lo hice pensando en los fundadores del movimiento (digamos, los anarquistas de antes del siglo XX) y en unas pocas de sus vertientes actuales que medio conozco. Creo que sí se me escapa una buena parte que habías mencionado por ahí de anarquistas de un movimiento en Estados Unidos... voy a ver si encuentro la referencia.

El neoliberalismo no es liberalismo por la razón que mencionas. Y tampoco es individualismo, porque suele defender los intereses corporativos de las empresas por encima del de los individuos. Sus supuestos defensores libertarios, que son lo que que Kevin Carson llama "libertarios vulgares" según sus palabras:

«usan el término "mercado libre" en un sentido equívoco; parece tener problemas recordando, de un momento a otro, si están defendiendo el capitalismo o los principios de libre mercado. De modo que tenemos el molde estándar de artículo en el "The Freeman" diciendo que los ricos no se pueden volver ricos a expensas de los pobres, porque "así no funciona el mercado libre" asumiendo que es un mercado libre. Cuando se los puya, ellos admitirán de mala gana que el sistema actual no es un libre mercado, y que incluye intervención del Estado en beneficio de los ricos. Pero apenas pueden, vuelven a defender la riqueza de las corporaciones existentes con base en "el mercado libre"»

COMPREN, COMPREN