lunes, marzo 05, 2007

FILA DE BOTELLAS EN LA VENTANA

IMAGEN: "Chinese Dinner Party" ilustración en "WORDS WITHIN WORDS" una recopilación de escritos de Stella Benson, en edición en linea del proyecto Gutenberg.


Recuerdo cuando en EL SARCASMO, blog de nuestro amigo Santiago Reed-Durden, había una sección titulada "ESTA MAÑANA ME LEVANTÉ Y ME PREPARÉ UN PAN TOSTADO". En esos días yo no tenía un blog ni la intención de abrir uno, pero debo reconocer que me daba envidia tener un blog con una sección que se llame así. Lo mas cerca que puedo llegar a esas cimas de cotidianidad es el título de este post.

El título se refiere a un nuevo escalamiento en las actividades lúdicas de mi vecino el Emperador Chino y su Corte (título otorgado por el filósofo griego) que ya no se privan de acumular en la ventana de la sala el medio centenar de botellas de cerveza que consumen semanalmente.

Pero yo no me quejo. Para nada. Es una corte escandalosa y parrandera, pero eso no me ha molestado en lo mas mínimo, porque además son todo lo agradables con nosotros los bárbaros que permite nuestra precaria comunicación en inglés. Además, nuestro apartamento me parece un oasis del orden después de haber estado el viernes en una fiesta de ERASMUS en un bloque a dos puertas del nuestro, que dejó el respectivo apartamento más o menos como la Segunda Guerra dejó a Europa.

La fiesta, como probablemente ya hayan pensado los lectores más suspicaces, era para europeos, con la cláusula de que podían llevar a sus amigos. De modo que ahí fuimos a parar algunos asiáticos, africanos, y latinoamericanos. Una cláusula muy sabia, porque entre los europeos siempre cabe el peligro de que los matafiestas europeos hagan masa crítica, y eso se puede evitar diluyéndolos con individuos más tropicales, entre los cuales los matafiestas son mas escasos.

Fue una fiesta un poco extraña, porque no había música. Lo que más se oía eran las exclamaciones de los italianos, usualmente acompañadas de amplios gestos. Los españoles no muy numerosos y por lo tanto más bien humildes, recluídos, como de costumbre, en un pequeño círculo sin interactuar mucho con los demás, tal vez un poco acomplejados por la dificultad que representa para ellos el inglés. Igual algunos pocos chinos, que de todos modos parecían esforzarse por encajar bastante más que los españoles. Unos pocos alemanes, que en algunos casos parecían evitarse entre sí (no creo que esto sea sintomático, bien puede haber sido casualidad, porque creo que sólo había 3).

Yo iba con el ingeniero alemán, que fue tal vez con el que más conversé, aunque también hablé bastante con algunos africanos, maestros en el arte de moverse socialmente como peces en el agua, cada cual a su manera (bastante diferentes, ellos, entre sí). También con un chileno desquiciado (¿porqué habrá tantos de esos?), y con un español de Alicante que andaba zafado del grupito más bien aburrido de ibéricos.

Y ese es el informe sobre la primera fiesta de estudiantes a la que he concurrido en suelo británico. Nada fuera de lo común.

El siguiente día, hubo reunión de la sociedad filosófica del 69 Kelvinhaugh Street, donde discutimos el tema actual de interés de Dimitri: el Estado y la Anarquía. Debo reconocer que esas reuniones para discutir temas filosóficos me han hecho la vida bastante más llevadera en Glasgow, y supongo que están ayudando a que mi inglés sea menos precario. Esa maña de discutir temas académicos ajenos a mi profesión a un nivel semi-amateur, creo que jamás voy a poder sacudírmela. Además, me dan cuerda para el blog. En este post no voy a poner nada todavía sobre el Estado y la Anarquía, pero espero hacerlo pronto en mi blog en inglés, con posterior traducción al español.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm... fiesta sin música y uno por acá azotando baldosa, bueee...
Pero en serio, qué agradable tener la oportunidad de encontrarse en un lugar en el que de verdad se puede hablar de los temas que en realidad le interesan a uno y encontrarse en un medio adecuado para poder madurar sus apreciaciones, eso lo envidio mucho.
Un abrazo desde los perversitos parajes y bueno, a la espera de tus comentarios sobre Matthew Arnold.

Anónimo dijo...

Su puta madre, qué papel más patético el de mis compatriotas españoles en esa fiesta.

La verdad que lo de nuestras dificultades con el inglés tiene varias causas. Intentaré explicarlo desde mi habitual y subjetivísima repugnancia hacia el mundo eurocéntrico y anglosajón.

En primer lugar, nuestros padres se educaron estudiando francés como lengua extranjera, y eso tiene una explicación más que razonable, a saber: el francés es la lengua oficial en tres de nuestros países vecinos (Francia, Marruecos y Argelia). Esta influencia se puede observar en los muchos galicismos que encontramos en el castellano ibérico (la palabra "ordenador" sería sólo un ejemplo) y no en el español de América.

Además, el acento inglés, especialmente en la pronunciación de algunas vocales, es prácticamente imposible para quienes empleamos una fonética de origen árabe. Ya se sabe que para los europeos todo lo que tenga que ver con nuestras raíces árabes es la causa de nuestros males: nuestra impuntuliadad, nuestro histórico fanatismo, nuestro machismo, nuestro estilo de vida caótico, nuestra pereza, nuestra incapacidad crónica para hablar un buen inglés... En fin, ya se sabe que un pueblo es tanto mejor cuanto más se parezca al mundo alglosajón, y tanto peor cuanto más se aleje de sus costumbres.

Aquí en Chipre hay españoles que hablan un griego excelente. También solemos hablar un italiano magnífico, así como un francés superior a la media (¿qué tal hablan los ingleses el francés, por cierto?). También hay españoles que se marcharon a Rusia y hablan un ruso extraordinario. Por desgracia, como no hablamos bien el inglés hay quienes se atreven a exclamar que los españoles "somos malos para los idiomas".

La lengua inglesa se nos resiste, pero no más que a los ingleses el español. De hecho, escuchar a un inglés intentando imitar el acento castellano produce verdadero bochorno.

Y pensándolo bien, tampoco se pierde nada quien no puede comunicarse con un británico. Ya se sabe que en esas islas la gente no se caracteriza precisamente por tener una conversación variada y deliciosa (algo que sí tienen, por ejemplo, marroquíes, franceses, rusos, colombianos o italianos).

Aun así, seguiremos haciendo esfuerzos para mejorar nuestro inglés. Todo es cuestión de paciencia.

Uff, me he enrollado demasiado. Dejo para luego mi crítica al programa Erasmus...

Juliette dijo...

No es tan malo trivializar, menos en un blog. La sección creada por el sr. Reed al parafrasear a alguien más que declaró "Esta mañana me levanté y me preparé un pan tostado" es en general la sección por excelencia del acontecer bloggeril (por algo dejé de escribir y de leer durante un bun tiempo) y de vez en cuando se encuentran cosas interesantes en la cotidianidad narrada en un blog.

Acabo de saber que es Erasmus (sólo sabía quien era) y que los africanos son los dinosaurios rosados (barneys) de las fiestas de académicos en Glasgow. Si, tales cosas resultan interesantes, al menos casi siempre que son las 3 am y se trata de escribir sobre el Estado (casualmente).

Saludos pues

Lanark dijo...

AP: jajaja me imagino, si, la azotada de baldosa. Como digo siempre, muy pocos de estos europeos son lo que se diga el alma de la fiesta, e incluso muchos pueden catalogarse como matafiestas. Claro que yo prefiero una fiesta así, sin música, que asistir al vergonzoso espectáculo de estas personas tratando de azotar baldosa. Porque además, la música que les gusta para eso es horrible, a mi gusto. Es tan fea que hace quedar bien a Shakira.

Sobre la oportunidad de hablar basura, sí, reitero mi afición por cosas como nuestra sociedad filosófica. Por cierto, tu escrito sobre Arnold tiene mucho que ver con la anarquía y el estado, y desde ya ha influído poderosamente en el post que pienso poner al respecto.

Stavrogin: jajaja ya me imaginaba yo que te iba a despertar un poco de vergüenza patria. Pero hay que reconocer que haces una defensa magistral de tus coterráneos, aunque, claro, muy realista, lejos del patrioterismo. Estoy seguro de que son muchísimo mejores para el francés que para el inglés. A mi me ha costado lo mío también aprender inglés, tarea que en la que llevo más de 15 años de constante inconstancia. Sin embargo, es clara la diferencia entre los latinoamericanos sometidos a una influencia casi sólamente anglosajona, y los ibéricos. Yo distingo a un español hablando inglés a varias cuadras, pero con un latinoamericano me queda más difícil, a menos que sepa muy poco inglés.

Estoy totalmente de acuerdo con que los británicos son aún más malos para el español de lo que son los españoles para el inglés. Curiosamente, también ocurre que los gringos, cuya débil cultura está siendo completamente desplazada por la latinoamericana, son casi siempre mil veces mejores para el español que los británicos.

Espero llegar a acumular el suficiente ánimo para comenzar a aprender griego, y otras lenguas, para ver cómo se me da.

En eso, claro, ya me llevas ventaja, por más que yo ya tenga filósofo griego de cabecera.

En todo caso, me complace mucho tener por acá a su excelencia el Canciller. Un abrazo.

Monserrat: Yo defiendo a capa y espada el carácter ligero de los blogs. Creo que en los blogs uno debería presentarse ante los demás sin pretensiones, aunque este blog sea el peor ejemplo de eso. Por alguna razón, EL SARCASMO, en cambio, me parecía un blog paradigmático.

jajaja lo de los Barneys no se como tomarlo... debo reconocer que la imagen es sugerente, pero, caramba, ese dinosaurio tiene tantos detractores, que parece ser una afirmación poco correcta, políticamente. Bah, acabo de recordar que en este blog la corrección política importa un pepino.

Del programa Erasmus, creo que esas fiestas son lo que menos le cuadra al personaje que les dio nombre, aunque realmente, en general, es muy raro que los estudiantes europeos por acá le hagan honor.

Juemadre, me persigue la idea del Estado. Menos mal que no es el propio estado el que me persigue.

Esteban dijo...

Hmmm...

Vivir en una cultura distinta, fiestas sin música y reuniones filosóficas para discutir sobre Estado y Anarquía que además sirven para aprender inglés.

Suena como una experiencia que vale la pena!

Un saludo.

Lanark dijo...

Esteban: Es interesante, pero cuando uno está acá es mucho mas evidente lo incómodo que lo interesante.

Realmente, la vida que llevo acá no es muy distinta a la que llevaría en Colombia si fuera más pobre. Aprendería menos inglés, eso sí. Y no podría trabajar en el campo que me interesa.

La razón por la que vine fue sobre todo académica.

Gracias por la visita. Estaré pasando por tu potrero a echarle mano a la papa salada. No me puedo resistir a una papa salada.

Una Papita dijo...

Caramba, a mí sí que me encanta esa forma de escribir "juemadre", se lee tan bien que de verdad siente uno como si lo estuviera escuchando al lado... Juemadre!

Con respecto a los europeos, lo siento por stavrogin pero sí que son unos aguafiestas. Estuve en una única fiesta aquí en España y esta gente estuvo hasta el otro día hablando y ya, con una música jartísima. Yo sí soy de las que opina que, así sea muy mal, se baile (por aquello de que a mí eso del ritmo no me lo heredaron...). Y sí no, pa qué fiesta?

Y lo del idioma, cierto, ciertísimo, los gringos no lo logran con el español pero los españoles hablando inglés es para morirse de la risa. Y ya entiendo palabras tan absurdas como "ordenador", que yo no entendía por qué se usaba, teniendo en cuenta que él no ordena nada, sino que yo lo ordeno a él y que en cambio sí que computa, además de ser el nombre original que le pusieron los gringos, quienes se inventaron el COMPUTADOR originalmente (o la computadora, si nos ponemos correctos...)

Lanark dijo...

Angelus: También me gusta cómo se ve. Recuerdo otra muletilla que solía tener, por haber sido fiel espectador de "La Tele" en los 90s. No podía decir "aguardiente" solamente. Siempre me salía decir "aguardiente, hijuemadre"

Ya sabía yo que probablemente otros habrán tenido experiencias análogas con el matafiestismo europeo.

Sobre el idioma, insistiré en que los británicos son mucho mas malos para el inglés que los mismos gringos (los de la yunai, ¿si me entiende?). De hecho, los británicos tienen también problemas para que los entiendan en inglés. Un belga me decía hace unos días que en los congresos internacionales hay gente de absolutamente todo el mundo, y todos se entienden en inglés, excepto los británicos. Una exageración, claro. Pero a mucha gente le he oído que los diversos acentos británicos son difíciles.

Yo lo entiendo con el acento de Glasgo (glasgowegian) que se supone que es el más difícil del mundo, pero los otros no me parecían tan difíciles, al menos, no como el australiano. Exceptuando tal vez el de Liverpool y la jerigonza de gañanes. Eso, como que era porque siempre me interesaron más las cosas británicas (música, escritores, películas) que las gringas, y me había habituado mas al acento.

COMPREN, COMPREN