Imagen: Impresión sobre la ventana de mi cuarto, de una paloma que se estrelló pocos días después de pasarme a vivir ahí. La ventana se rompió, y la paloma también.
Las últimas semanas, en realidad el último mes, ha sido una época, si me perdonan la expresión guayigol, de poca presencia en los escenarios virtuales. Ha sido una época para adaptarme al nuevo apartamento, a la nueva compañía, y académicamente, para lidiar con la tan irrazonable como inevitable preocupación porque el primer año pasó "y no se hizo nada". Irrazonable, no se si necesite aclararlo, porque sí se ha hecho algo.
Dice el poema de Kavafis que "la ciudad te seguirá", y me parece que, a pesar de mi tremendamente ampliada libertad y de la mejora en mis condiciones de vida, en cierto modo me he traído al panóptico conmigo.
El panóptico no se manifiesta en el apartamento en el que vivo, del cual no tengo más que elogios, ni en el casero, un escocés simpatiquísimo y relajado, sino dentro de mi cabeza, de una manera mucho menos prosaica. Mi panóptico es ahora el acecho de una realidad asombrosa que uno apenas entrevee en el mundo, y que comienza a presentárseme sugerida por mi última lectura: "Iluminatus!" de Robert Anton Wilson, un autor gringo implicado en la aparición de la doctrina discordiana y otras escaramuzas sicodélicas maravillosas.
Aclaro: no pretendo hacer aquí una reseña del libro, que ni siquiera he acabado de leer. Además de que me da la impresión de que en general no es buena idea hacer reseñas de libros que los lectores no han leído, y tal vez no lleguen a leer por no conseguirse en español.
La cosa con este libro, es que no es como éxitos comerciales como el famoso Código da Vinci , que verdaderamente me vacunan contra las especulaciones conspiranoicas, mostrándolas como una veleidad farandulera y estúpida. Esas conspiranoias light son en últimas otra de las formas como el mundo nos embrutece. Por el contrario, estos autores sicodélicos son guías en un viaje absolutamente absurdo, exagerado, incorrecto (en el sentido que se prefiera) y sobre todo fascinante, que definitivamente no facilitan al lector acomodarse en una posición conveniente en la vida, que lo exima para siempre de esos afanes que trae lidiar con una realidad complicada y cambiante. El antisemita, el anticomunista, el antiamericano, el antiimperialista, el apocalista raso y demás, suelen (o para algunos de los "ismos", más bien solemos) valernos de nuestras teorías de la conspiración como una coartada para no hacer nada para entender las cosas ni cambiarlas, y echarles la culpa a otros.
Pero embarcarse en una paranoia conspiratoria (ah, eso es "conspiranoia", para el que no haya entendido) realmente interesante no lleva a ningún punto cómodo, a ninguna posición de respetabilidad social con el encanto de una refinada rebeldía de cortos vuelos ni de la ilusoria superioridad del que cree que todo es sencillo y lo entiende. No. Yo aspiro a perder lo que podría llamar mi tranquilidad intelectual en una carrera interminable de asombro, susto y alarma ante el espectáculo de una realidad que no se agota.
Para dejar a un lado, por fin, toda esa argumentación abstracta y ladrilluda, paso a un hecho, para darle al lector una idea del mundo desequilibrado en el que comienzo a vivir.
Es esa especie de representación del Espírtiu Santo que tengo en la ventana, cortesía de un pobre y sucio plumífero que no vio el vidrio de la ventana de mi cuarto, y a una velocidad considerable lo embistió, introduciendo una grieta que lo recorre de extremo a extremo, así como una impresión de la grasa que recubría algunas de las plumas, impresión que un mes de lluvias y vientos cargados de hojas secas (es otoño) no ha borrado. El impacto tuvo que ser fuerte, ya que el vidrio es considerablemente grueso y se rompió de arriba a abajo. Ocurrió en el momento en que ninguna de las dos personas que nos ocupábamos en limpiar y organizar los muebles estaba en la habitación, por alguna coincidencia, pero podemos ubicar el suceso alrededor de las 5:00 PM. Recordemos que de acuerdo a la sabiduría discordiana:
Duramos algún tiempo en descubrir qué había roto la ventana, puesto que las condiciones de luz no permitían apreciar la impresión del cuerpo zuril en el vidrio, y cuando al siguiente día en la mañana aclaramos el misterio, pudimos comprobar que en el antejardín justo en frente, yacían los restos del pájaro visiblemente modificados por un choque bastante fuerte, y todavía sin ser reclamados por insectos, gatos, zorros, o quien sea que se encargue de ese tipo de cosas en el ecosistema glasgowense.
Curiosamente me ha dado un ataque de pudor, y me voy a abstener por el momento de explicar las relaciones cercanísimas de ese suceso con la suerte del rector Vanunu, el OVNI que fue visto cerca de Pasto y el que yo mismo vi en Glasgow el día de mi cumpleaños, las alarmas por la enfermedad de la "lengua azul" en el ganado británico, el descubrimiento de vectores fiduciales para POVMs simétricas entre los vectores propios de los grupos de Clifford, y el último libro del joven escritor colombiano Eliseo Martínez Roca. Tampoco con el intento por parte de unos inmigrantes de estafar al Banco emisor de Inglaterra con billetes falsos de 500.000 libras.
Todavía no encuentro que tenga que ver con escuadrones nazis resucitados, o con la sustitución de George Washington por un impostor marihuanero (que es el que sale en los billetes) como los que salen en ILUMINATUS!. Pero denme tiempo.
Dice el poema de Kavafis que "la ciudad te seguirá", y me parece que, a pesar de mi tremendamente ampliada libertad y de la mejora en mis condiciones de vida, en cierto modo me he traído al panóptico conmigo.
El panóptico no se manifiesta en el apartamento en el que vivo, del cual no tengo más que elogios, ni en el casero, un escocés simpatiquísimo y relajado, sino dentro de mi cabeza, de una manera mucho menos prosaica. Mi panóptico es ahora el acecho de una realidad asombrosa que uno apenas entrevee en el mundo, y que comienza a presentárseme sugerida por mi última lectura: "Iluminatus!" de Robert Anton Wilson, un autor gringo implicado en la aparición de la doctrina discordiana y otras escaramuzas sicodélicas maravillosas.
Aclaro: no pretendo hacer aquí una reseña del libro, que ni siquiera he acabado de leer. Además de que me da la impresión de que en general no es buena idea hacer reseñas de libros que los lectores no han leído, y tal vez no lleguen a leer por no conseguirse en español.
La cosa con este libro, es que no es como éxitos comerciales como el famoso Código da Vinci , que verdaderamente me vacunan contra las especulaciones conspiranoicas, mostrándolas como una veleidad farandulera y estúpida. Esas conspiranoias light son en últimas otra de las formas como el mundo nos embrutece. Por el contrario, estos autores sicodélicos son guías en un viaje absolutamente absurdo, exagerado, incorrecto (en el sentido que se prefiera) y sobre todo fascinante, que definitivamente no facilitan al lector acomodarse en una posición conveniente en la vida, que lo exima para siempre de esos afanes que trae lidiar con una realidad complicada y cambiante. El antisemita, el anticomunista, el antiamericano, el antiimperialista, el apocalista raso y demás, suelen (o para algunos de los "ismos", más bien solemos) valernos de nuestras teorías de la conspiración como una coartada para no hacer nada para entender las cosas ni cambiarlas, y echarles la culpa a otros.
Pero embarcarse en una paranoia conspiratoria (ah, eso es "conspiranoia", para el que no haya entendido) realmente interesante no lleva a ningún punto cómodo, a ninguna posición de respetabilidad social con el encanto de una refinada rebeldía de cortos vuelos ni de la ilusoria superioridad del que cree que todo es sencillo y lo entiende. No. Yo aspiro a perder lo que podría llamar mi tranquilidad intelectual en una carrera interminable de asombro, susto y alarma ante el espectáculo de una realidad que no se agota.
Para dejar a un lado, por fin, toda esa argumentación abstracta y ladrilluda, paso a un hecho, para darle al lector una idea del mundo desequilibrado en el que comienzo a vivir.
Es esa especie de representación del Espírtiu Santo que tengo en la ventana, cortesía de un pobre y sucio plumífero que no vio el vidrio de la ventana de mi cuarto, y a una velocidad considerable lo embistió, introduciendo una grieta que lo recorre de extremo a extremo, así como una impresión de la grasa que recubría algunas de las plumas, impresión que un mes de lluvias y vientos cargados de hojas secas (es otoño) no ha borrado. El impacto tuvo que ser fuerte, ya que el vidrio es considerablemente grueso y se rompió de arriba a abajo. Ocurrió en el momento en que ninguna de las dos personas que nos ocupábamos en limpiar y organizar los muebles estaba en la habitación, por alguna coincidencia, pero podemos ubicar el suceso alrededor de las 5:00 PM. Recordemos que de acuerdo a la sabiduría discordiana:
Todas las cosas ocurren de a 5, son divisibles o mútiplos de 5, o son directa o indirectamente apropiados al número 5 |
Duramos algún tiempo en descubrir qué había roto la ventana, puesto que las condiciones de luz no permitían apreciar la impresión del cuerpo zuril en el vidrio, y cuando al siguiente día en la mañana aclaramos el misterio, pudimos comprobar que en el antejardín justo en frente, yacían los restos del pájaro visiblemente modificados por un choque bastante fuerte, y todavía sin ser reclamados por insectos, gatos, zorros, o quien sea que se encargue de ese tipo de cosas en el ecosistema glasgowense.
Curiosamente me ha dado un ataque de pudor, y me voy a abstener por el momento de explicar las relaciones cercanísimas de ese suceso con la suerte del rector Vanunu, el OVNI que fue visto cerca de Pasto y el que yo mismo vi en Glasgow el día de mi cumpleaños, las alarmas por la enfermedad de la "lengua azul" en el ganado británico, el descubrimiento de vectores fiduciales para POVMs simétricas entre los vectores propios de los grupos de Clifford, y el último libro del joven escritor colombiano Eliseo Martínez Roca. Tampoco con el intento por parte de unos inmigrantes de estafar al Banco emisor de Inglaterra con billetes falsos de 500.000 libras.
Todavía no encuentro que tenga que ver con escuadrones nazis resucitados, o con la sustitución de George Washington por un impostor marihuanero (que es el que sale en los billetes) como los que salen en ILUMINATUS!. Pero denme tiempo.
6 comentarios:
Y yo que pense que era el único...
Por ahi oi decir que todos conspiramos, es algo muy normal, hasta para una fiesta de cumpleaños sorpresa se conspira así que no se les haga raro que los grandes podres lo hagan todo el tiempo. Cosas light como las que nombra Lanark son distractores, como la luz de la linterna en la pared para los gatos mientras ellos hacen las fechorias grandes.
El ser conspiranoico es normal y es cada vez mas normal en la medida en que nos vamos zambullendo en el tejemaneje de esta realidad tan loca en la que vivimos.
Quien de los que leen esto han visto "What the /$&% do we know" de William Arntz, en donde cada vez el ciudadano común hace preguntas cada vez más frofundas y no traga entero de su propia realidad. Solo falta que todos estemos enchufados de verdad a la Matrix y ahi si apague y vamonos!!!
Igual tenemos plazo hasta diciembre del 2012 según un monton de condiciones. Si pasamos de esa fecha sere un conspiranoico más tranquilo o no tendre la necesidad de serlo más.
Pero nada de ser conspiranoico de segunda o sea lector inocente de Dan Brown!!
Ojo pero
Perdon por la ortografia... debe ser un subliminal que me mandan en facebook para cambiar mi ortografia por la de estilo sms. jajajaja.
Alé!
Feliz cumpleanios por atrasado! Espero que la hayas pasado bien en ese viernes. Parece que la mudanza era más importante de lo que yo pensaba. Enhorabuena que estás bien. Estoy leyendo una novelilla llamada "Everything is illuminated" de un tal Safran Joe y hay una escena bastante similar a la de la paloma. Qué miedo, jajaja.
Yo me mudo maniana para Düsseldorf a trabajar en una multinacional de productos de consumo. Por fin me llegó mi nochebuena, jajaja. Por ahora parcho bajo el techo de mis suegros en el pueblo en el que creciera Jakob, pero ya puede considerarse etapa superada y me preparo para el next step. Seré responsable de product compliance y seguiré viviendo lejos de mi marido por lo menos hasta el semestre entrante.
Qué bueno que volviste a escribir, extranio tus posts pero uno postea cuando puede y quiere, es la gracia del asunto.
Un abrazote de happy birthday y hasta la vista beibi.
M.
Así es, Lanark. El tiempo describirá con suficiencia la conexión que hay entre la desgraciada paloma de las 5:00 pm y toda esa serie de hechos dentro de esta maraña que resumimos como realidad. Habrá que invocar a Heisenberg y su principio de incertidumbre, muy socorrido en estos casos, para explicar un poco mejor (o con más elegancia) tales conexiones. Igual, si queremos acelerar un poco las conclusiones, podríamos valernos de la estadística, en vista de uno de los postulados de Murphy: "si se ha recabado suficientes datos, se puede demostrar casi cualquier cosa a través de métodos estadísticos". Yo conozco gente (en el medio industrial y en las esferas judiciales) a la que cuando se le pide que hable de Dios, primero se les debe aclarar si van a hablar bien o mal, e igual argumentan con una consistencia pasmosa. Ni hablar de los contadores, para los que 1+1 = lo que usted quiera reportar. Y tal vez sea esto (además del Código, claro) lo que me ha vacunado contra la conspiranoia. Siempre he creido que son mejores los horóscopos, que funcionan como las medias Gef: calzan cómodamente en cualquier pie.
Pero bueno, hay por ahí una ley (de cuyo nombre no puedo acordarme) que dice que la respuesta más sencilla es normalmente la respuesta correcta, y la verdad no creo que haya sido acuñada por conspiretas que quieran distraernos de lo que realmente pasa. De otra parte, a veces se me hace que las conspiraciones se arman en los sitios menos apropiados y con la gente menos apropiada, y luego terminamos en shows como el que ofreció la amante de Pablo Escobar hablando de los magnicidios de Galán y de Lara Bonilla, y la implicación de Santofimio en ese tema. Pero eso estaba claro desde un principio, por los chismes filtrados desde el corazón de la conspiración. Como lo que se supo de Churchill con lo de Pearl Harbour, y lo de la CIA y JFK, y luego está Al-Qaeda y en fin.
Ya veremos si los Mayas le pegan bien al 2012.
Un abrazo un poco atrasado de feliz cumpleaños. Igual un saludo muy cordial (y discordiano) para Angelus. Espero que le vaya bien con la multinacional de consumo en Düsseldorf . Y que la fuerza le acompañe.
Perdón por ese lapsus en mi memoria de corto plazo, que suele confabularse (ah, conspiranoica) y hacer me pasar malas jugadas. Es a Marcelius mi discordiano saludo, no a Angelus.
Bochica: En su estilo, esta es una época chévere. Todo eso cocinándose, que parece grande pero uno no puede estar seguro... vamos a ver.
Lo de la ortografía, se arregla usando todo el tiempo un sombrero cubierto de papel aluminio, jejeje
Marcelius: Caray, muchas gracias. un placer tenerte por acá. Todo este tiempo inactivo estuve viendo que tu blog ha estado bien sustancioso... hasta cargo de conciencia me da no haber comentado. Y te cuento que esa novela "Everything is iluminated" me salen referencias hasta en la sopa, qué barbaridad.
Mundial lo de Berlusconi. Y espero que estés disfrutando esa irónica y bureaucratic-not-so-friendly soltería temporal.
Anónimo: Todo está muy loco (eso de misia Virginia, y demás) y no parece desatinado afrontarlo con cierto grado de demencia, mejor si tiene componentes estadísticos. Pero como la nueva burocracia quiere ser tecnocracia, están tratando de sonsacarse la estadística al lado cuerdo. No hay que dejarlos.
Probablemente Marcelius ya pescó tus saludos, y Angelus también, de modo que me lavo las manos.
Que la juerza te acompañe. (pero no esa juerza que está en la barriga de los choferes)
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