miércoles, octubre 31, 2007

EL BLOG DE BUKOWSKI

Imagen: Charles Bukowski frente al computador. Ilustración en el libro "The captain is out to lunch and the sailors have taken over the ship", tomada de Gingko Press

El otro día llegué a sentarme en una mesa aleatoria de la biblioteca de la Universidad, y alguien había dejado un libro de Charles Bukowski, donde sale la ilustración que encabeza este post.

El libro, claro, es extremadamente sabroso de leer, como todos los de Bukowski, pero hubo una cosa en él que me sorpendió bastante:

¡ES UN BLOG!

Bueno, no tiene comentarios de los lectores, ni enlaces, ni applets ni pendejadas, pero sí está escrito como si fuera un blog. Un poco del estilo de la desaparecida sección "Esta mañana me levanté y me preparé un pan tostado" del blog de su Excelencia el presidente Reed-Durden.

Entiendo que no me crean. Es difícil imaginarse a Bukowski escribiendo como esos blogueros que dicen "mariquis, ¡soy reloco!", y, desde luego, el no escribe así. Pero también es difícil imaginárselo escribiendo sobre lo "sublime" y tomándose demasiado en serio. Bukowski tiene sentido del humor, y no se cree la gran cosa, aunque sea agresivo y gruñón.

Para la muestra, he decidido traducir un párrafo particularmente bloguero:
Creo que los que llevan diarios y anotan sus pensamientos son pajuelos. Yo sólo estoy haciendo esto porque alguien me lo sugirió, ¿ven? No soy ni siquiera un pajuelo original. Pero de alguna manera esto hace las cosas más fáciles. Simplemente lo pongo a rodar. Como una plasta por la falda de una colina.

I think that people who keeps notebooks and jot down their thoughts are jerk-offs. I am only doing this because somebody suggested I do it, so you see, I'm not even an original jerk-off. But this somehow makes it easier. I just let it roll. Like a turd down a hill.


En el libro, Bukowski también se queja de la gente, aunque de una manera mucho más compasiva que la mayoría de los blogueros, alaba los computadores, dice cuál música le gusta y porqué, y comenta lo que le pasa todos los días.

Un ejemplo de sus defensas del computador es éste:
El otro día mi yerno me dijo «es sólo una máquina de escribir glorificada»
Pero él no es escritor. No sabe cómo es cuando las palabras muerden el espacio, brillan como luz, cuando los pensamientos que llegan a la cabeza pueden ser seguidos por palabras, que animan más pensamientos y más palabras a seguir llegando. Con la máquina de escribir es como caminando en el barro. En el computador, es patinar sobre hielo. Una ráfaga luminosa. Pero claro, si no tienes nada adentro, no importa.

«It is only a glorified typewriter» my son-in-law told me once.
But he isn't a writter. He doesn't know that it is when words bite into space, flash into light, when the thoughts that come into the head can be followed at once by words, which encourages more thoughts and more words to follow. With the typewriter it's like walking through mud. With a computer, it's ice skating. It's a blazing blast. Of course, if there's nothing inside you, it doesn't matter.

Finalmente, no puedo resistirme a transcribir la conversación con un viejito de 96 años:
Charley- ¿Quién eres?
CB- Tu vecino. He estado acá 10 años
Charley- Tengo 96 años
CB- Yo se, Charley
Charley- Dios no me tomará porque le da miedo que le quite su trabajo
CB-Podrías
Charley- También tomaría el del Diablo
CB- Podrías
Charley- ¿Qué edad tienes?
CB- 71
Charley- ¿71?
CB- Si.
Charley- Eso también es ser viejo
CB- Lo se, Charley.

-Who are you?
CB-I'm your neighbour. Been here for ten years
-I'm 96
CB-I know, Charley
-God won't take me because He's afraid I'll take his job
CB-You could
-Could take the Devil's job too
CB-You could
-How old are you?
CB-71
-71?
-CB-Yes
-That's old too
CB-Oh I know it, Charley

domingo, octubre 28, 2007

SI NO PUEDES VER LOS FNORDS

Imagen: Impresión sobre la ventana de mi cuarto, de una paloma que se estrelló pocos días después de pasarme a vivir ahí. La ventana se rompió, y la paloma también.

Las últimas semanas, en realidad el último mes, ha sido una época, si me perdonan la expresión guayigol, de poca presencia en los escenarios virtuales. Ha sido una época para adaptarme al nuevo apartamento, a la nueva compañía, y académicamente, para lidiar con la tan irrazonable como inevitable preocupación porque el primer año pasó "y no se hizo nada". Irrazonable, no se si necesite aclararlo, porque sí se ha hecho algo.

Dice el poema de Kavafis que "la ciudad te seguirá", y me parece que, a pesar de mi tremendamente ampliada libertad y de la mejora en mis condiciones de vida, en cierto modo me he traído al panóptico conmigo.

El panóptico no se manifiesta en el apartamento en el que vivo, del cual no tengo más que elogios, ni en el casero, un escocés simpatiquísimo y relajado, sino dentro de mi cabeza, de una manera mucho menos prosaica. Mi panóptico es ahora el acecho de una realidad asombrosa que uno apenas entrevee en el mundo, y que comienza a presentárseme sugerida por mi última lectura: "Iluminatus!" de Robert Anton Wilson, un autor gringo implicado en la aparición de la doctrina discordiana y otras escaramuzas sicodélicas maravillosas.

Aclaro: no pretendo hacer aquí una reseña del libro, que ni siquiera he acabado de leer. Además de que me da la impresión de que en general no es buena idea hacer reseñas de libros que los lectores no han leído, y tal vez no lleguen a leer por no conseguirse en español.

La cosa con este libro, es que no es como éxitos comerciales como el famoso Código da Vinci , que verdaderamente me vacunan contra las especulaciones conspiranoicas, mostrándolas como una veleidad farandulera y estúpida. Esas conspiranoias light son en últimas otra de las formas como el mundo nos embrutece. Por el contrario, estos autores sicodélicos son guías en un viaje absolutamente absurdo, exagerado, incorrecto (en el sentido que se prefiera) y sobre todo fascinante, que definitivamente no facilitan al lector acomodarse en una posición conveniente en la vida, que lo exima para siempre de esos afanes que trae lidiar con una realidad complicada y cambiante. El antisemita, el anticomunista, el antiamericano, el antiimperialista, el apocalista raso y demás, suelen (o para algunos de los "ismos", más bien solemos) valernos de nuestras teorías de la conspiración como una coartada para no hacer nada para entender las cosas ni cambiarlas, y echarles la culpa a otros.

Pero embarcarse en una paranoia conspiratoria (ah, eso es "conspiranoia", para el que no haya entendido) realmente interesante no lleva a ningún punto cómodo, a ninguna posición de respetabilidad social con el encanto de una refinada rebeldía de cortos vuelos ni de la ilusoria superioridad del que cree que todo es sencillo y lo entiende. No. Yo aspiro a perder lo que podría llamar mi tranquilidad intelectual en una carrera interminable de asombro, susto y alarma ante el espectáculo de una realidad que no se agota.

Para dejar a un lado, por fin, toda esa argumentación abstracta y ladrilluda, paso a un hecho, para darle al lector una idea del mundo desequilibrado en el que comienzo a vivir.

Es esa especie de representación del Espírtiu Santo que tengo en la ventana, cortesía de un pobre y sucio plumífero que no vio el vidrio de la ventana de mi cuarto, y a una velocidad considerable lo embistió, introduciendo una grieta que lo recorre de extremo a extremo, así como una impresión de la grasa que recubría algunas de las plumas, impresión que un mes de lluvias y vientos cargados de hojas secas (es otoño) no ha borrado. El impacto tuvo que ser fuerte, ya que el vidrio es considerablemente grueso y se rompió de arriba a abajo. Ocurrió en el momento en que ninguna de las dos personas que nos ocupábamos en limpiar y organizar los muebles estaba en la habitación, por alguna coincidencia, pero podemos ubicar el suceso alrededor de las 5:00 PM. Recordemos que de acuerdo a la sabiduría discordiana:

Todas las cosas ocurren de a 5, son divisibles o mútiplos de 5, o son directa o indirectamente apropiados al número 5

Duramos algún tiempo en descubrir qué había roto la ventana, puesto que las condiciones de luz no permitían apreciar la impresión del cuerpo zuril en el vidrio, y cuando al siguiente día en la mañana aclaramos el misterio, pudimos comprobar que en el antejardín justo en frente, yacían los restos del pájaro visiblemente modificados por un choque bastante fuerte, y todavía sin ser reclamados por insectos, gatos, zorros, o quien sea que se encargue de ese tipo de cosas en el ecosistema glasgowense.

Curiosamente me ha dado un ataque de pudor, y me voy a abstener por el momento de explicar las relaciones cercanísimas de ese suceso con la suerte del rector Vanunu, el OVNI que fue visto cerca de Pasto y el que yo mismo vi en Glasgow el día de mi cumpleaños, las alarmas por la enfermedad de la "lengua azul" en el ganado británico, el descubrimiento de vectores fiduciales para POVMs simétricas entre los vectores propios de los grupos de Clifford, y el último libro del joven escritor colombiano Eliseo Martínez Roca. Tampoco con el intento por parte de unos inmigrantes de estafar al Banco emisor de Inglaterra con billetes falsos de 500.000 libras.

Todavía no encuentro que tenga que ver con escuadrones nazis resucitados, o con la sustitución de George Washington por un impostor marihuanero (que es el que sale en los billetes) como los que salen en ILUMINATUS!. Pero denme tiempo.

COMPREN, COMPREN