martes, febrero 24, 2009

PERSONAJE NOIMPORTISTA DEL DÍA

Imagen: Geoff Dornan, residente pensionado de Southport, a quien la policía le decomisó los patines por desplazarse de manera peligrosa por la ciudad. Tomada de old Holborn

La última semana he tenido la experiencia agridulce de sumergirme completamente en la actividad ingrata de la programación, tratando de obtener unos resultados para poder mostrar en la meca de la IR este año. Y de paso, conseguir la visa gringa para conocer Boston, la tierra de Bogus, el simpático hombre del método del agua, y su poderosísima exesposa Big (al lado de la cual el análogo de Carry Bradshaw se empequeñece ante mis ojos de manera patética). Esta experiencia incluyó dormir 5 horas durante las últimas 72, de modo que pido al lector considerar mi estado antes de condenarme por la referencia literaria completamente innecesaria del anterior párrafo, al igual que por la referencia farandulera.

En este estado, entonces, en que me parece llevar aún más décadas en este valle de lágrimas de las que en realidad llevo, despierto de una siesta demasiado larga, pongo la radio, y oigo la noticia del juicio del personaje cuya foto encabeza este post: el pensionado patinero. Y entonces pensé: ¿por qué no hago como el autor del blog más descaradamente confesional que conozco, que pone la frase liberal (léase neoconservadora) del día cada mes y medio, y pongo algo "del día"? Eso aliviaría a mis sufridos lectores, que han soportadso textos cada vez más aburridos y espaciados (si, ya se que estoy escribiendo que no escribo: pero les recuerdo que yo sigo la doctrina del señor Plátano: No importa, y si importa, tampoco importa).

De modo que aquí está, declaro al pensionado inglés excéntrico "personaje noimportista del día", y procedo a una defensa poco eficaz de su comportamiento. Yo, igual que muchos peatones, me siento un poco fastidiado cuando un patinador me hace sentir en peligro pasando a milímetros de mí a una velocidad demasiado alta, y el fastidio es notable cuando camino con mi mamá o alguien mucho menos ágil que yo que tenga más que temer de una colición con el bólido humano. Sin embargo, tengo la impresión de que mi fastidio propio no es muy fácil de justificar, porque siento en el fondo consiste en abandonarse a las pequeñas comodidades de la seguridad, de las que las sociedades europeas son una caricatura continua. Es decir, el viejito nunca ha embestido a nadie, que yo sepa, y probablemente la persecución legal obedece a que su comportamiento incómodo, que va en contra de esa sobreprotección de la seguridad que se ha vuelto un rasgo más bien fastidioso del carácter inglés.

Y, en un plano más abstracto, teórico y, aún diría, metafísico, me siento inclinado a poner también a un lado mi fastidio ajeno (es decir, la indignación ante la incomodidad que un patinador imprudente pueda causar entre gente mucho menos ágil que yo*). Porque, como tal vez ya he mencionado, la identidad individual es una ilusión, y en realidad cada uno de nosotros es en el fondo el mismo con todo los demás.

Pero, volviendo al señor Dornan, tal vez lo que lo hace merecedor de su título de personaje noimportista del día es, desde luego, el hecho de no tener agüeros para desplazarse así a sus 71 años (una edad cercana a la de mi director, que hace un par de años (literalmente) hizo un tour por las islas giegas, nadando de isla en isla). Pero, sobre todo, por la respuesta que dio a los jueces que lo cuestionaban por su comportamiento, y que aunque es poco defendible, me parece simpática cuando se dirige a un juez inglés con peluca de juez inglés:
¡Es que así es que yo patino!


*Aclaro que yo no hago acá ningún alarde de agilidad: por más que tenga una compulsión por el ejercicio físico, nunca he sido bendecido con esa condición fisiológica de la coordinación motriz, que francamente me hace envidiar a los que son capaces de seguir los pasos de una clase de aeróbicos.

6 comentarios:

Erick Céspedes dijo...

Lanark:

De acuerdo contigo.

Cada quien tiene derecho a arriesgar su vida como quiera: tirándose en paracaídas, haciendo malabares en moto, no usando condones, etc. Qué tal si al que no usa el cinturón de seguridad, por asumir una actitud peligrosa para su vida, le quitan el carro y el permiso para conducir, el carro se lo pueden quitar por cualquier otra cosa, pero no por no usar cinturón. No me quiero imaginar qué harían, bajo esa lógica, con quien no usa condón. La prohibición (en el caso del cinturón de seguridad) tiene sentido si se le asocia un pago monetario por el costo potencial que significa una muerte en un accidente de tránsito: la policía haciendo el croquis, los de medicina legal, el reguero de sangre que hay que limpiar, etc. La multa también puede tener sentido si tiene un papel pedagógico. Pero ese paternalismo que le quita los patines a un viejo, y no a otros (un joven, por ejemplo), es absurdo. ¿Por qué asumen que la torpeza del viejo y la irresponsabilidad es mayor que la de los otros? ¿En repetidas ocasiones ha atravesado un semáforo en rojo poniendo el riesgo de accidente a los demás? Si la respuesta es no, entonces dejen que viva su vejez como le plazca; si la respuesta es sí, entonces múltenlo y quítenle los patines. Al fin y al cabo, como dijo John Stuart Mill: La única parte de la conducta de cada uno por la que él es responsable ante la sociedad es la que se refiere a los demás. En la parte que le concierne meramente a él, su independencia es, de derecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y espíritu, el individuo es soberano.

Lanark dijo...

Erick: La parte más fastidiosa de esta ñoñería euroburocrática de cuidarlo a uno de sí mismo es, definitivamente, la coerción, pero no es la única. Alguna vez fui seguidor acérrimo y furibundo de la doctrina de Stuart Mill, que me sigue pareciendo un filósofo superpoderoso, pero con el tiempo, toda esa idea del individuo me comenzó a parecer un poco ingenua, en gran parte debido a las limitaciones de lo que se sabía en el siglo XIX.

No es que yo me matricule en el holismo grandilocuente, mamerto y baboso de los posmodernos, que pretende disolverlo todo en ectoplasma para jugar con la plasta como un niño malcriado. Pero sí estoy convencido de que la idea del individuo es una aproximación más que hacemos en nuestro intento de entender una realidad extrañísima. Como cuando el físico dice "supongamos que el caballo es una esfera".

Algunas décadas de evidencia sobre fenómenos colectivos, emergentes y no-locales me llevan a darle a la idea del individuo un estatus similar al que tiene su idea hermana de átomo. Recordemos que algunos griegos antiguos, que eran sobre todo naturalistas, definieron esa cosa indivisible llamada los átomos, y sus sucesores los romanos, que eran mas humanistas, definieron con la misma receta el individuo, que es una cosa indivisible en otro terreno. A principios del siglo XX ya notaron que lo que llamaban átomos no hacían honor a su nombre, y estamos en mora de que se reconozca que lo que llamamos individuo tampoco.

Toda esta larguísima digresión, para decir que realmente no pretendo hacer una defensa de la libertad del individuo para andar en patines como loco por la calle, sino comentar que este señor me cayó bien.

Y que en últimas, no importa, y si importa, tampoco importa

Muy agradable, en todo caso, encontrarme su comentario en este peladero.

Unknown dijo...

Lamento pertenecer a la comunidad bloggera aduladora...En este caso, lo voy a tener que ser!!
Me gusto tus interlineados, y la elegancia de tu blogs!

Pasare màs seguido! Un abrazo !

JAVIER AKERMAN dijo...

Muy buena entrada Lanark.
¡La vida es movimiento! El resto... adjetivos sin significado real.
Un saludo cordial.

Andrés Meza Escallón dijo...

A veces lo único refrescante de nuestra ineficiente burocracia es que no busca protegernos de nosotros mismos. Lo chistoso (?) es que a veces es tan ineficiente que le toca a los ciudadanos proteger a la burocracia de ella misma... :S

Muy divertida la referencia al patinador septuagenario :)

Lanark dijo...

Elsa Cicuta: Gracias por visitar el blog, pero notarás que frecuentemente no paga. Saludos mil.

Jaiver A.: Gracias por la visita y el comentario; completamente de acuerdo. Saludos también.

Apolo D.: Es cierto; el público protegiendo a la burocracia de sí misma es algo muy pintoresco, aunque normalmente no lo vemos como eso. Digno de (al menos) un post.
Gracias por la visita.

COMPREN, COMPREN